—Disculpa que te moleste, Raegan, pero ¿no has visto a Damon?
Dijo Alex, luego de asegurarse de haber captado la atención de la novia de su amigo, el cual de seguro estaría pasando un momento increíble, mientras él se encontraba cubriéndole la espalda, casi encadenado a una chica que no conocía y que ni siquiera le parecía atractiva.
—Realmente no tengo idea —admitió, acompañando su respuesta con un profundo suspiro. Estaba agotada: había pasado toda la mañana y tarde en el trabajo, y ahora debía malgastar sus horas de sueño en un lugar del cual no estaba del todo segura de querer ir. Pero al fin y al cabo, lo hacía por su novio—, llevo esperándolo un buen rato.
—Oh, eso es... raro. —Había hecho muchos de estos favores a Damon antes, pero cada vez era más difícil ser del todo convincente. Tal vez debería dejar de aceptar hacerlos—. Vine porque pensé que de seguro estaría contigo.
—Sí, bueno, quizás sólo se sentía mal o tuvo algo importante a lo que atender —como de costumbre, trataba de justificar a Damon. Había veces en las que prefería engañarse a sí misma que aceptar las faltas de su novio.
Ambos permanecieron en silencio durante unos segundos, sin saber qué más decir. Al casi no conocerse, no sabían nada el uno acerca del otro.
Alex sintió pena por la chica, ya que pudo notar lo enamorada que estaba de su amigo, y al mismo tiempo, la ceguera que esos mismos sentimientos le causaban. Damon no era una mala persona, pero ciertas actitudes suyas eran demasiado inmaduras, lo que con frecuencia lo llevaba a meterse en problemas. Y a pesar de todo, ella siempre lo terminaba perdonando.—Bien, escucha. —A pesar de que tenía la oportunidad de pasar la noche con una mejor opción, decidió dejar de lado su posible conquista e intentar animar a la pobre chica—. Sé que no soy... Bueno, Damon, pero hay un bar por aquí cerca, quizás sea buena idea ir por un par de tragos. Además, este ambiente es un poco agresivo.
Pensó que sería bueno salir un poco de aquel lugar y tomar algo de aire, pero no podía dejar sola a su amiga. Además, seguía sin noticias de Damon, y no sabía en dónde estaba Kirsty, que aparentemente también había desaparecido.
Michelle, que alcanzó a oír la última parte de su conversación, despreocupó a su amiga:
—Oh, no hay problema, Raegie —aseguró—. Tú ve tranquila, luego nos encontramos y regresamos juntas, si quieres. Yo también saldré un rato.
Comprendió entonces que no tenía nada que hacer allí, y que después de todo ese estrés sufrido en tan corto tiempo, tal vez podría pasar un buen rato. Aunque no sabía si iba a serle posible dejar de pensar en dónde estaba su novio.
—Bien, entonces, adiós Chelle —respondió, para volver a mirar a Alex—. Está bien, pero...
—Tranquila, no vamos a tardar mucho —interrumpió, mientras le brindaba una sonrisa para dejarla del todo tranquila.
• • •
Luego de eso, ambos salieron del asfixiante club, y se dirigieron al cómodo pub que se encontraba en la esquina de la calle de enfrente. Que, debido a estar tan cerca del club, estaba vacío en comparación. Los jóvenes preferían estar en donde se encontraba la música ensordecedora y no hacía falta llevar identificación de ningún tipo para conseguir un trago o algo más; en cambio, el pub alojaba a personas más maduras que solo querían tomar algo con sus amigos luego de una semana de trabajo en la oficina.
Luego de dejar sus abrigos en el perchero de la entrada, ambos prefirieron sentarse en una mesa cerca de la ventana empañada por el contraste helado del exterior con el interior del recinto que era más bien cálido.
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kiss kiss, bang bang » a;j ❀✧.
FanfictionReino Unido, 1992. Raegan O'kelly, de 18 años, luego de ceder ante la presión de Kirsty y Michelle, sus mejores amigas, acepta conocer a Damon Albarn. A pesar de las opiniones expresadas en las revistas acerca de su extravagante relación, ambos deci...