ᴘᴇʟíᴄᴜʟᴀ x➵ 『 sᴘʀᴏᴜsᴇʜᴀʀᴛ 』《ᴏ.s》ᴀᴅᴀᴘᴛᴀᴅᴀ TERMINADA

07 |ultimo|

Los movimientos que hacia él contra ella se intensificaron de una manera que ella se podía acoplar perfectamente con él, los movimientos de ella subiendo y bajando sobre su regazo y los pequeños pero intensos movimientos que hacía Cole con la pelvis provocaba que la cabeza de su pene recorriera una corriente eléctrica de auténtico placer.

Con cada embestida, ella podía sentir y apreciar la calidez que este le brindaba, y que había deseado este día hacia un tiempo largo y que ahora lo único que podría hacer era, disfrutar.

-Dios..

Gimió Cole mientras la veía subir y bajar sobre su regazo. -Eres tan caliente.

Ella consiguió sonreír al oír su comentario sobre su oreja.

La mano libre que tenía Cole consiguió palpar la mano de su chica la cual había estado la mayor parte del tiempo sobre su muslo para poder impulsarse hacia arriba teniendo empalado su miembro dentro de ella.

Agarró su mano y dirigiéndola sobre su clítoris, empezó a manejar su mano y dedos contra este, provocando un placer insuperable con ella. Hizo que su pierna subiera un poco y se apoyara en la barra de la silla, para intensificar su propio placer.

En esa posición apenas se podía mover de arriba abajo como había estado haciendo antes, porque se podía impulsar con los pies en el suelo, pero teniendo solo un pie en el suelo dificultaba su proceso, a si que Cole empezó a mover la pelvis como solamente él podía y solía hacer, ella apoyó su mano en el brazo de él sintiendo como algo se contraía dentro de ella, avisando de primera mano que el orgasmo estaba a punto de llegar, y a Cole no le quedó otra manera que besar a su novia en la boca, tragándose su orgasmo, por completo.

No había momento que no amara besar a su novia, sus labios eran reclamados como suyos desde el primer momento que los probó y jamás o por ahora serán de otra persona que no sea él.

Más bien, todo de ella, era suyo y de nadie más y más de uno sabía las consecuencias que pasarían si tocaran un solo pelo de esa cabecita que adoraba acariciar después de hacer el amor, insaciablemente.

-Amo ver tu cara al alcanzar tu orgasmo, nena. -Susurró sobre su cuello.

Ella lanzó una pequeña e inaudible carcajada y besó nuevamente los labios de él.

-Será mejor que nos vistamos, no quedará mucho para que el timbre suene.

Y dicho esto se pusieron en marcha para colocar su ropa sobre sus cuerpos, ella se levantó un poco para colocar su falda y su ropa interior correctamente a lo que Cole pudo subirse los boxers y el pantalón sin ninguna dificultad.

Cinco minutos después el timbre empezó a sonar, llamando la atención de todos, ya que era el cambio de clases. Todos en la aula se levantaron de sus respectivos asientos y empezaron a coger sus cosas para salir de allí, Ryan cuando cogió sus cosas volvió al dado de la pareja y pasando sus brazos alrededor de cada uno dijo:

-¿Se lo han pasado bien? -Preguntó, mirándolos a ambos.

Ellos se miraron entre sí, con miedo.

-¿Qué? -Dijeron al unísono.

-¿Si les a gustado la película? ¿Por qué me miran como si hubiera matado a alguien?

Ella negó con la cabeza.

-No te miramos así, no digas tonterías.

-Como digas señorita... -Hizo un gesto militar y se fue al lado de Cole.

Caminaron los dos tras ella, acompañándola a su siguiente clase ya que no iban a la misma clase de literatura inglesa, y se empeñaban en siempre acompañarla a todas sus clases.

Al llegar a la puerta como siempre Ryan se apartó de ellos, para dejarlos en su intimidad de despedirse ya que se negaba a ver eso. Cole pasó sus manos alrededor de su cintura y comenzó a repartir pequeños besos sobre sus labios, haciéndola reír tontamente.

-¿Sabes...? -Empezó a hablar ella.

-¿Qué pasa?

Ella se puso de puntillas para llegar hasta su oreja y susurrar:

-Siento que no hayas llegado al orgasmo, pero te prometo que después de clases eres totalmente mío.

Y con eso, se fue desapareciendo tras la puerta.

Cole se quedó quieto, pensativo hasta que una sonrisa pervertida salió de sus labios, y negando con la cabeza, sin borrar esa sonrisa se encaminó hasta Ryan, quién lo esperaba a pocos metros, apoyado en la pared.

-¿Vamos? -Preguntó Cole a lo que Ryan asintió, y se encaminaron a la siguiente clase.

No sabía que le podía esperar al llegar a casa...