Penúltima carta

4 0 0
                                    

Ésta será la penúltima carta, y la última acuchillada con tu nombre.


Para no olvidar.

Quedó el vi(c)io; dejaste un alma de extremos, que jugaba con fuego sólo por el placer de quemarse en las noches de prec(i)picio.

Dejaste las risas de los guardianes del otoño esperando, y sonriendo a la primavera con el primer retoño.

Y que lento era el (c)repitar del motor cuando yo sólo quería romper el volante en metros por segundo.

Te trat(a)ba como arte y sólo eras un desorden ordenado en falsas promesas de vida y sangre.

Pero ahora, ahora vas a en(t)ender hasta qué punto el Sol del Verano de(r)ritió el tablero de ajedrez con tus soldados fugados. Que te quedaste s(i)n reina de tinta y sin versos ahogados.

Soy la bala perdida que traspasa el espejo de tu mente, y los gritos que nun(c)a te importaron hasta que sonaron demasiado fuerte.

Soy el ave de los ríos, los marcados nudillos, la seguridad de tus pupilas y el final del precipicio.

Que te h(e) sangrado en mil y un poemas esculpidos en letras suicidas.

He visto más océano entre estos versos que en tus lagrimales y menos males en el infierno que los que escondía tu sonrisa.

He visto el blanco llorar en rojo, y los pa(s)illos susurrando verdades entre cortinas largas y azulejos rotos.

Ahora bailo en blanco y negro la melodía del verano en los meses más fríos. Aprendí a volar sin alas entre otros versos, a dedicar pestañas y olvidar las arañas que formaban los lunares de tu espalda.

Y dice el lobo que ya no aúlla a la luna, que desgarra versos, que implora besos a las estrellas, que quiere ser como ellas.

Que mi nombre se quedó grabado a fuego en esa esquina.

Que la rosa dejó de serlo para convertirse en espina.

Para no olvidar.


425 cicatrices hasta la noche de luces azules.


Posdata: Los caballos no se ríen.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Nov 09, 2019 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

CartasWhere stories live. Discover now