Danger | JaeJun omegaverse

6. P E L I G R O.

JaeMin paseaba por todos lados, mirando desesperado haber si es que encontraba a su lindo Omega, puede que no lo haga y que simplemente él no haiga venido a dónde habían acordado con los chicos pero aún así valía la pena.

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ChenLe sonrió, ahí estaba RenJun. Observó a un chico tratando de no llorar sobre una banca con el cabello revuelto y las piernas contraídas a su pecho.

—¡RenJun, ¿Dónde estabas?!.

—Oh, por Dios ChenLe a lo poco y me moría de un susto bien asustado así, bien loco.— RenJun se limpió las lágrimas innecesarias que había derramado, caminando junto a ChenLe hasta su hogar.— ¿Tan feo soy?.

—¿Por qué lo dices?.

—Dormí en una banca, en mi celo, afuera y sin ningún tipo de marca que indicara que soy propiedad de un alfa. Y aún con todo eso nadie me tocó, ni las palomas.— ChenLe se puso a reír, abrazando su estómago. RenJun, por su lado, sonrió, pensando en lo feliz que estaba JaeMin ahora.

—¿Estás en celo?. No se te nota.

—Me masturbo con las fotitos de JaeMin sisi.

—Iugh, no quería saber eso.

—Solo porque a ti Jisung te da día y noche.

—Habíamos quedado en que no le dirías a nadie.

—Lo peor es que no lo niegas.

—¿Qué quieres que te diga?.

—Que Jisung no te da y que yo no soy el último Omega virgen de la manada sin contar a Kun que tiene que hacerle caso a XiaoJun porque Xiao dice que es muy pequeño para hacer eso y que no sea un omega necesitado.

—XiaoJun ya marcó a Kun, la vez pasada que se encerraron en una habitación.

—Yo soy más virgen que el agua bendita. Cuando yo nací Dios se quedó corto de inocencia. Cuando yo abrí los ojos los ángeles se estrellaron contra penes de nube. Cuando abrí mis labios todos rosas y lindos Satanás se dió cuenta de que era tan inocente que ni siquiera JaeMin me podía corromper.

—En casa te espera algo lindo.— fue lo único que mencionó ChenLe, riendo por RenJun.

—JaeMin vive en el mismo hogar que yo, ¿Acaso alguna vez fue feo?.

RenJun entró a el hogar, dándose cuenta de que había dormido afuera como estúpido solamente por no haber dado vuelta la calle.

Nadie, literalmente nadie más aparte de ChenLe, estaba en la casa.

—La preocupación por mi de los demás empieza a preocuparme.— RenJun sonrió.

De repente la puerta de la casa se cierra con fuerza. ChenLe no estaba junto a él, pero había alguien más en la habitación.

Se dió la vuelta con un poco de miedo, logrando ver a JaeMin con un cinturón en sus manos.

Y lo peor de la situación, es que a RenJun le gustó cómo se veía de doloroso lo que seguía.