Profe, quiero un 10!

Capítulo 5

— Pinche mocoso, hiciste la tarea la de Historia, ¿no? — dijo Yoongi acercándose a Jungkook

— Claro que sí, aquí está tu tarea, no es lo mismo pero es igual

— ¿Qué? —lo miró desconcertado — Olvidalo, fingiré que te entendí

— ¿Dónde estabas ayer?

— Hoseok fue a buscarme al almacén y me sacó de ahí, la puerta se había atorado y me quedé casi un día encerrado

— ¿Qué? ¿Estás bien?

— ¿No me ves? Claro que estoy bien, gracias a Hoseok porque tú no hiciste ni mierda

— Yo estaba preocupado por ti, me asusté cuando aún no llegabas a clases, tú vienes todos los días por más enfermo que estés

— Lamentablemente es cierto, aunque debería quedarme en mi casa, allí tampoco hago nada

— Buenos días alumnos — interrumpió el profesor Taehyung

— Me cae mal ese idiota — dijo Yoongi

— ¿Por qué? —cuestionó

— No sé, tiene algo que no me gusta y quiero pegarle

— Pues no lo harás, es nuestro profesor, ¡y no te duermas!

Taehyung comenzó su clase y después revisó la tarea que dejó, la mayoría la había hecho.

— Park Jimin, felicitaciones, está muy bien, tienes un 10, —le entregó su cuaderno —¡siguiente!

— Vaya, vaya — mencionó Yoongi al menor — parece que Park ya se ganó el amor y respeto del profesor nuevo

— Sí, jamás lo pensé de Tae

— ¿Tae? ¿Dijiste Tae?

— ¿Tae? ¿Dije Tae? — rió nervioso — Yoongi dije trae, trae mi cuaderno por favor — sonrió

— No me quiero levantar —habló con flojera

— Entonces iré yo

El menor se levantó de su sitio y fue hacia el escritorio del profesor, agarró su cuaderno mirando a Taehyung con odio y regresó rápidamente a su mesa.

— Felicit.... ¿Jungkook? — el menor lo ignoró, el castaño pensó que tal vez no lo había escuchado y siguió revisando los cuadernos

En la salida...

— Jungkook, ¿que te pasa? — Taehyung siguió a Jungkook, estaba caminado muy rápido — No me hiciste caso en todo el día, pensé que querías comer conmigo

— ¿Enserio? — caminó un poco lento — gracias pero no, ve con tu alumno estrella, él es tu favorito, ¿no?

— ¿Te refieres a Jimin? — sonrió — ya entendí, ¿estás molesto porque felicité a Jimin delante de todos?

— Te conté lo que pasa entre Jimin y yo y tú aún así lo felicitas sabiendo que odio eso

— ¿Odias que lo hagan los demás o que yo lo haya hecho?

— No te entiendo

— Eres super adorable Kookie

— ¡Cállate! — sintió sus mejillas arder

— ¿Estás rojo? — sonrió — Dios, muero, cualquier bonita palabra te sonroja, eres muy adorable, espero que solo sean las palabras que salen de mí

— Yo espero que en vez de felicitar a Jimin, me felicites a mí

— Trataré de felicitar a Jimin sin que tú me escuches

— Vete a la mierda con él — trató de irse pero Taehyung lo tomó de su mano y lo abrazó

— Además de ser adorable, eres super celoso, me enamoras — acarició su cabello

Jungkook no dijo nada, le gustó el abrazo de Taehyung, le gustó escuchar sus latidos y sentir su aroma tan cerca de él, le gustaba estar con él y quería estar con él cada segundo del puto día.

Narra Jungkook:

Cuando yo era un niño me gustó un chico, éramos amigos y él era muy bueno y amable conmigo así que sentí algo por él pero cuando se lo dije se asustó y no me volvió a hablar.

Ya en primaria conocí a un chico, el cuál se volvió mi nuevo amigo, siempre estábamos juntos, por todas las cosas bonitas que decía de mí me terminó gustando, se lo iba a decir, pero los demás empezaron a molestarnos llamándonos "novios" y eso ocasionó que él se alejara de mí para no generar malos entendidos.

Cuando ya estaba finalizando la primaria un chico me dijo que le parezco lindo, en ese instante me comenzó a gustar pero al cambiarme de colegio no lo volví a ver.

Cuando entré a secundaria conocí a mis dos mejores amigos, Yoongi quien siempre me trató mal y Hoseok quién me hacía ver el mundo de manera positiva. Todo cambió cuando lo conocí, me pareció lindo y quería saber más de él, era muy tierno y le enseñé muchas cosas, él me gustaba, me gustaba todo de él pero eso se rompió cuando él ya no volvió a ser el mismo de antes y terminé odiandolo, odiando a Jimin.

Me quedé pensando en lo que dijo Tae y creí que tiene razón, cualquier bonita palabra me sonroja, la más mínima muestra de amor que me den hace que me guste esa persona, pienso que soy un idiota por eso y traté varias veces de cambiar pero no puedo, así seré siempre y si me vuelven a decir algo bonito juro que me enamoraré...