CAPITULO UNO

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¿Alguna vez se sintieron como en piloto automático?, es esa sensación en la que ni ustedes entienden como pueden mantener los ojos abiertos, ya que parece que su mirada pesará una tonelada, que por más que les estén gritando a los oídos, estos se encuentren tapados por un zumbido que aturde tanto que parece que una bomba explotará en tu cabeza. Bueno, así me sentía yo, mi madre me gritaba sin parar y yo sólo respondía

 -"si, no, esta bien y perdón".- 

Pero entonces reaccione al escucharla decir

-ya no puedo contigo, realmente me pesas- su mirada trasmitía decepción 

No entendía como era capaz decirme eso justo a mi, si lo único que hacía era estudiar durante todo el día y no sólo era terminar los últimos años de la escuela si no que también hacia cursos de la Universidad y trabajaba como cadete en un juzgado, lo hacia por que supuesta mente eso me ayudaría a obtener  una beca de estudio, realmente me desvivía por ser alguien en el futuro y poder ayudar a mi familia, pero eso no era lo que mi madre quería. Ella no confiaba en mi, y si ni siquiera mi madre lo hacía como esperan que yo también lo hiciera. Mi madre era de esas madres que se sentían afortunadas por que sus hijas salieran con un buen culo y un buen par de tetas ya que no importa que tan inteligentes fueran lo único que las ayudaría seria el cuerpo, unos labios rojos y carnosos acompañados de una sonrisa tan blanca como la cocaína.

-Lo único que trato de decirte es que si no utilizas tus juntas a los juzgados para encontrar a un buen fiscal o un abogado todo esto es una pérdida de tiempo, el tiempo que te la pasas estudiando es una pérdida de dinero y de tiempo.-

 Otras de sus palabras que vuelven a conectarme con la realidad, no podía digerir lo que había escuchado, ¿dinero? ¡todo esto lo hacia para que ella no gastase dinero en mi!  sólo me resigne a decir

-Sabes, di lo que quieras voy a dormir.- Solo yo sabia que me esperaba una larga noche

Eran las 3:55 am, mi bolso y una maleta a ruedas me acompañaban, tenia dinero como para tres o cuatro días y me encontraba en la autopista caminado junto con la oscuridad de la noche y el ruido de los truenos que anunciaban la llegada de una posible tormenta 

-mierda, Lucía, mierda por que no aguantaste un poco más, solo un año más te faltaba, pero si vuelves ahora, todo será de la mierda- era lo que me repetía constantemente hasta que mi teléfono suena, un mensaje me llego.

-¡Luciiii! fiesta, keta, xannax y hasta con un poco de cristal te paso a buscar o no- 

Era Ale, ni siquiera sabía como era su nombre completo podría ser Alex o Alexander, tal vez Alejandro tampoco me importaba saberlo Ale era un dj con el cual tenia una relación de sexting bastante seguida pero nunca mantuvimos relaciones sexuales y sólo nos vimos unas veces en algunas fiesta pero sabia que el haría cualquier cosa por mi

-Ale necesito de ti, estoy sin casa, todo se fue todo al carajo no tengo donde dormir-

-Ve al Hotel frente la plaza Italia en 20 minutos estoy por ahí-

El llego antes que yo, estaba allí parado hablando con la recepcionista 

- la habitación mas costosa con el máximo de consumición por una noche- que mierda Ale ¿una noche? rápidamente me acerque arrastrando mis bolsos y hable

- Que sea la habitación mas barata y sin consumición, ¿a cuantas noches se duplica?- dije y luego salude a Ale 

-Serian tres noches señorita ¿abonarán en efectivo o tarjeta?-

Ale pago y nos dirigimos a la habitación serian los 3 días más largos de mi vida, la habitación tenia una cama y una ducha nada fuera de los normal, salí de mis pensamientos cuando leo hablo

-Me dirás lo que sucedió ¿o qué? -

solo me detuve a mirarlo, sabia que el no quería escuchar mis problemas, el solo quería que yo le pague los 3 días del hotel

-Realmente no, solo quiero estar contigo-  

Despojo toda mi ropa antes de que pudiera decirle algo más.

El sexo con Ale no era satisfactorio ni siquiera agradable, sus besos en mi cuerpo dejaban un rastro de baba y olor a alcohol. El vaivén de sus cadera y las mías comenzaba, estaba sentada a horcajadas sobre el, sus manos me agarraron los muslos y, arriba y abajo y arriba y abajo, marcaron un ritmo que hizo mover mis pechos sin tregua, apoye mis manos en su estómago mientras observaba sus expresiones de placer, esto no era excitante, esto era yo a partir de ahora, era una puta que se vendía por un techo y comida. No aguante y lagrimas comenzaron a brotar de mis ojos, quejidos salían de mi garganta, ni un bebe recién nacido lloraba así, Ale se detuvo bruscamente y salio de mi, El no podría consolarme se dirigió al baño y prendió la ducha me cargo y llevo hasta el baño, allí el vapor tibio se sentía en mi piel y me dejo en la bañera después de veinte minutos y yo con los últimos lloriqueo, Ale pregunto si ya estaba bien a lo que sólo afirme con la cabeza me dijo que se aparecería a la mañana siguiente con el desayuno y que descanse y así fue. 

Los siguientes días eran rutinarios, el venía follábamos y se iba con un beso apasionado, me asqueaba, su lengua entraba con fuerza y su mano derecha apretaba unos de mis pezones pero más me asqueaba yo por hacerle sentir que me gustaba. En ultimo día la mujer que limpiaba me aviso que en la noche debía dejar la habitación Ale no contestaba por lo que dejaba claro que no me pagaría una noche mas. El ya había conseguido lo que quería.

Me dirigí a la entrada del hotel a dejar mi tarjeta y fue ahí cuando lo vi. El seria mi salida, El me guiará a mi primera muerte.

Lucca era un hombre de unos 50 o 55 años, el simplemente se acercó a mi y me hablo

-Querida ¿ya te vas?- no se porque pero respondí

-Si- afirme junto con una sonrisa bastante tímida

- No, aun no te vayas, te espero en unos ...- bajo la mirada a su reloj y dudo- 20 o 25 minutos en la habitación 253

Una vez allí entre a la habitación sin saber que me esperaría ,entonces vi a Lucca salir de la habitación, el no era algo agradable de ver ,su piel era pálida y no se encontraba en forma

-quítate la ropa y siéntate a mi lado-

Me despoje de mis prendas quedando al desnudo junto el, no podría explicar exactamente lo que sentía en ese momento mis manos y piernas temblaban, mi estomago vomitaría comida que ni siquiera recordaba haber comido y comenzaba a transpirar de tras de la nuca sentía que mi pelo estuviera hecho de lana y por eso me generaba tanto calor. Lucca comenzó a besarme el cuello y me tomaba por la nuca, lentamente con su mano firme y fuerte comenzó a bajarme la cabeza a su entrepierna y así comencé a hacerle sexo oral,era el quien marcaba el ritmo de mi cabeza, sentía nauseas y arcadas mi cuello dolía al igual que mi garganta. Al terminar me dejo suficiente dinero para volver a la habitación del hotel unos días más, se vistió y antes de irse me miro y soltó

- el miércoles a las 15:30 en la  misma habitación

Me gustaría decir que todo esto es ficción.

Espero que disfruten la historia que se tomen el tiempo de comprenderla y ponerse en la piel de cada personaje.

𝙻𝙰𝚂 𝙼𝚄𝙴𝚁𝚃𝙴𝚂 𝙳𝙴 𝙻𝚄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora