CAPITULO DOS

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Habían pasado 3 meses desde que me fui de mi casa, mi madre no dio rastro de búsqueda alguna, de Ale sabia que estaba de gira, y Lucca aparecía cada miércoles alas 15:30 dejándome dinero suficiente como para sobrevivir unas semanas más. Pero ahora, ¿quien era Lucca?.

Lucca Demartini
Lucca era una hombre de unos 52 años de edad, socio de un estudio jurídico. por lo que oí de las recepcionistas del hotel era un gran abogado, tenia 2 hermosas hijas magnolia y Margarita, el mismo me mostró sus fotos que guardaba en su cartera, también su esposa Loren era muy bonita. La razón por la que fue tan directo conmigo es por una simple casualidad ,ese mismo día el se iba a encontrar con una joven Escort, el se entero unos minutos después de que estuviéramos juntos que la joven le había cancelado sin embargo no dejamos de vernos, digamos que el se había vuelto mi amigo, pero por eso no había dejado de follarme los miércoles. El día de hoy me tenia una gran noticia, mientras yo me arreglaba para irme a mi habitación, el soltó

-Mañana a primera hora te quiero en mi oficina te encargaras de traerme café a mi y a quien te lo pida además te encargaras de los papeleos y de las cosas de impresión, Lucía solo espero que no me falles-

 Sin apartar mi mirada de sus ojos me acerqué a el lentamente y le deje un suave beso en los labios y en su oído susurre

-Nunca lo hago-

Llegue a mi habitación y tome una ducha, al salir me di cuenta que hoy buscando una prenda había tomado mi celular sin querer. y ahí lo vi encima de una cómoda hacia mas de 3 meses que no lo encendía no era por miedo de ver las llamadas de mi madre retándome, lo me que daba terror era ver mensajes de voz mi hermanita llorando para que vuelva , o mensajes de mi abuela preocupada por mi ausencia eso me hacía sentir la persona mas mierda del mundo, creí que al irme de mi casa mi vida sería mejor pero no fue así, todo era una mierda lloraba todas las noches pensado en mi hermana o mi abuela y al día siguiente mis ojos hinchados estaban de tanto llorar, la cabeza siempre estaba apuntó de explotarme, nunca comía a horario y a veces ni lo hacía, la soledad me tenia en sus brazos y yo no podía salir, es un sentimiento horrible estar sola en el mundo.
Quería volver a estudiar pero no me arriesgaría a cruzarme con algún conocido y menos hacerme pasar por todas esas mirada buscando una explicación de por que me había ido no me quedaba más que aceptar el trabajo que Lucca me había ofrecido el era mi única opción.

Eran las 7:00 am me encontraba llevando café a la oficina central, al parecer había una junta, repartí los café en silencio y me retiré, así fue mi primer mes, tacos alto, falda ajustada si no repartía café eran documentos, si no los reparta era imprimirlos o yo misma hacerlos y si no hacía todas esas cosas, debía ir a la oficina de Lucca a que me folle por 15 minutos, me sentía asqueada y cansada mi vida no tenia sentido, no ganaba suficiente dinero para darme ningún lujo apenas alcanzaba para pagarme la habitación y un plato de fideos al terminar el día a dia me encontraba con lo pies hinchados de tanto caminar, ojeras caían de mis ojos y un olor a cigarro siempre me acompañaba aunque yo no fumara, y mi "hogar" era un asco mi habitación era oscura, solo tenia una lámpara, el baño era pequeño, no tenia ventanas para que el aire corra, tampoco tenia cocina o un living, el colchón manchado de semen estaba, me daba asco dormir en el ,solo lo usaba para follar con lucca ,ya que el ni siquiera gastaba en reservar una habitación como lo hacía antes, yo dormida en el sillón de al lado de la cama y también comía en el. Mi vida era un asco y no tenia aspiración alguna.

Al otro día, en el trabajo me encontraba organizando unos papales para llevárselos a Lucca, también preparaba mi estómago para cualquier cosa obscena y repugnante que pudiera decirme si se encontrará solo. Golpee la puerta antes de entrar aunque su asistente ya me había dado el okey para entrar

-pasa Lucía- 

Al pasar me di cuenta que no estaba solo, se encontraba con un hombre, no lograba verlo ya que este me daba la espalda

-Lucia deja eso y ven aquí quiero presentarte a alguien, El es Sergio el nuevo socio del estudio- 

Como ya lo había anunciado antes, Lucca me presentaría a mi primera muerte y esa muerte tenia 38 años, una barba de 3 días y un traje color negro como sus ojos, El solo me dio una mirada y me ofreció su mano como un cordial saludo

-un gusto Lucía- soltó sin más

-también sera tu nuevo jefe, serás su asistente Lucía y espero que te pongas al día con su trabajo- solamente afirme junto con una sonrisa servicial y cuando estaba apuntó de retirarme, Sergio se despido de Lucca y salio atrás mio

-cuantos años tiene Lucía, pareces muy joven- soltó al caminar a mi lado

-19 casi 20 -mentí junto a una falsa sonrisa, sin embargo su expresión amigable cambio a una totalmente seria

-se de tu relación con Lucca y mientras estés trabajando para mi, eso dejará de ocurrir, te cambiaras a un cubículo junto mi oficina en el último piso no quiero que andes por aquí.- dijo sin más y se fue

De inmediato entendí lo que ocurría, era el primer hombre que de verdad quería que yo trabaje, durante dos semanas eso hice, no hacía más que trabajar, mi sueldo había aumentado mi relación con Sergio solo era de saludos civilizados, pero esta mañana todo cambio cuando al dejar unos papeles en su oficina me detuve al ver una carpeta con mi nombre y allí dentro estaban todos y cada uno de mis datos mi antigua dirección,mi edad, mi colegio y hasta las materias que había empezando en la Universidad, cada puta foto que le había enviado a Ale, Cada puto mensaje que le había enviado a mi madre, fotos mías entrando y saliendo del hotel, toda mi puta vida en esa maldita carpeta, estaba desconcertar, me sentía perdida que iba hacer ahora, hoy Sergio no se presentó a trabajar, ¿tal vez había ido a la policía para que den con mi paradero? O ¿tal vez fue directamente a mi casa? El lo sabia todo sabia que yo era una puta niña ,que había mentido, que le mentí a Lucca,lo sabia todo y lo único que me queda era juntar mis cosas e irme de de aquí.

Hablé con unas de mis compañeras para informarle que no me sentía bien y que me iría a mi casa, una vez en el hotel comencé a juntar mis cosas y alguien toco mi puerta, no atendí ,creo que ni siquiera pude seguir respirando,me quedé inmóvil, al pasar unos segundo una nota se iba viendo por debajo de la puerta y seguido a eso unos pasos se oían alejándose, rápidamente tome la nota y comencé a leerla

"habitación 309 Sergio"

Sin saber que me esperaba una vez mas me dirigí a la habitación de un extraño, sentía que cada paso que daba me iba derribando, la puerta se encontraba entre abierta, pase y la cerré, allí se encontraba El, alto y su postura firme mirando hacia la ventana, no llevaba un traje solo iba de camisa y pantalón, aunque no pudiera ver su rosto sabia que esta tenso, Sin que me percatara se giro y me miro, Era raro cada vez que me encontraba en una habitación de este hotel con un hombre me sentía asqueada, me repugnaba la idea de estar sola con un hombre sin embargo con Sergio era distinto, El tenia algo, algo que podía pasar por encima de mi, no sabría decir si era su voz tan autoritaria, su firme mirada, su tacto áspero, la brusquedad de sus modales y gestos , tal vez fueran todas esas cosas, sentía que conocía a Sergio no se de donde o cuando pero su vacía mirada no me  parecía vacía a mi, es mas cada vez que se dirigía a mirarme me sentía llena , sentía cierto grado de confianza y sobre todo me sentía segura, protegida en paz .

-Siéntate y empieza hablar-

𝙻𝙰𝚂 𝙼𝚄𝙴𝚁𝚃𝙴𝚂 𝙳𝙴 𝙻𝚄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora