Parte Uno
En plena hora pico un vehículo con los cristales oscurecidos circulaba lento por uno de los carriles del túnel de Queens Midtown en dirección al aeropuerto JFK. En su interior la diligente asistente revisaba la agenda de su jefe, quien no dejaba de tamborilear los dedos sobre su pierna en nervioso tic.
Dejando escapar un suspiro de indulgencia, dejo la tableta sobre su regazo y quitándose los lentes miró directamente a su jefe.
- ¿Puedo saber qué te tiene tan inquieto Adrien?
Hacía poco más de cinco años que Adrien Agreste había decidido dar un giro a su vida y para ello que mejor que comenzar en un nuevo lugar y ese lugar había sido Nueva York. Con gran esfuerzo y valiéndose de antiguos contactos consiguió crear su propia empresa de diseño de modas. Esta era pequeña pero poco a poco se había hecho de un nombre en el mundo de la moda siendo innovador y procurando siempre darse a conocer ahí a donde fuera. Sabía que no tenía el talento artístico de su padre pero había procurado rodearse de gente de gran capacidad en el diseño que había sabido darle valor a su negocio.
El la miró frunciendo el ceño y con la aflicción en la mirada.
- ¡El viaje! - Exclamó contundente - Es este viaje el que me tiene "inquieto". - Indicó sin dejar de remarcar la última palabra.
- ¿Por qué no pueden venir ellos a aquí para la firma?...y...y...y ¿Por qué tengo que ser yo quien vaya a verlos? - Se quejó con un infantil mohín que causo la gracia de su asistente.
- Veras, ejem. - Se aclaró la voz la chica - Primero, somos nosotros quien hemos solicitado esta colaboración así que lo correcto es que seamos nosotros quienes vayamos a verlos, es lo que se llama cortesía, además no todos los días se firma un acuerdo de colaboración con LVMH. - Esbozó una pequeña sonrisa socarrona. - Segundo, has sido tú quien ha estado peleando por meses este acuerdo, has sido tú quien no ha dormido una noche completa hasta que no conseguiste que aceptaran el contrato yyyyy principalmente porque eres el director de la empresa. - Casi rompe en una carcajada cuando vio como su jefe la miraba con sorpresa y sin parar de morderse los labios entre sí.
- Pero como sé que tú todo esto ya lo sabes dime que es lo que te preocupa en realidad. - Continuó en un tono más serio.
- Mi madre. - Fue lo único que pronuncio con cierto miedo en su voz.
- ¿Emilie? - Inquirió desconcertada - ¿Le ha pasado algo?, cuando hable con ella la semana pasada se le escuchaba perfectamente. - Decía con cierta preocupación.
- Ella está bien, la cuestión es que si llega a saber que voy a Paris insistirá en presentarme a la hija de alguna de sus amigas sino es que a todas. - Notó como su asistente lo miraba confusa - No me mires así, sabes bien que una de las cosas por las que decidí venir a Nueva York fue esa obsesión de mi madre de querer emparejarme con alguna chica, porque según ella no quiere que acabe solo.
- Así que por ningún motivo debe saber que estaré unos días en París, en cuanto haya firmado el contrato tomare el primer avión de regreso. - Sentenció con firmeza.
- Ya veo, ahora entiendo porque la prensa del corazón decía que eras un soltero de primera, - No pudo evitar soltar una risilla ante la cara de sorpresa de Adrien - porque nunca llegas a la segunda cita. - Ante la cara de estupefacción de su jefe rompió a reír.
- Puedes reír todo lo que quieras Marie, pero asegúrate que mi madre no sepa que voy. - Ordenó enfurruñado.
Entre pequeñas risas revisaba su teléfono, en concreto el mensaje que había enviado el día de ayer.
ESTÁS LEYENDO
Una Linda Tarde
Fanfiction... Y en una linda tarde me preguntaron si podría considerar la idea de publicar estos Fanfics... La responsable de la preciosa portada es la bella -JAZVAL- .