¡Estación Starker!

Del revés.

Tony apresuraba el paso, tratando de llegar lo antes posible a las oficinas de Parker industries. Después de todo, de eso se trataba su trabajo, salir corriendo como si fuera velocista cada que el jefe lo llamara.

Ya era de noche cuando el señor Parker lo llamó algo irritado, tardó como veinte minutos en convencer a su madre en que lo dejara ir, y como siempre lo había logrado.

Como si fuera poco, y para su muy mala suerte, una tormenta se desató a mitad de camino, solo pudo maldecir en sus adentros y continuar corriendo.

Sus zapatos rojos estaban completamente empapados, y ni hablar de sus medias, se sentía demasiado desagradable caminar con esas medias tan mojadas. Pero después de todo, pese a la lluvia y hora, llegó.

Entró corriendo, como si su vida dependiera de ello, lo que era relativamente cierto ya que su pequeño sueldo sumaba bastante. Ni siquiera pudo saludar correctamente a la ceo Michelle de tan apurado que iba.

Entró sin previo aviso al despacho de su flamante y sexy jefe, con algo de vergüenza por las pintas que traía. Peter se sorprendió por su deplorable aspecto, mas omitió comentario alguno.

— Señor. — May, la inteligencia artificial se dirigió a Tony — aún tiene un cambio de ropa en el cuarto del señor Parker. — Recordó la amable IA

Stark pidió permiso al mayor con una simple mirada, este le contestó con un movimiento de mano simple y agregó un — Mejor ducharte. No quiero que te enfermes.

Tony entró al cuarto que estaba allí, buscó en la cómoda que Peter había destinado para él cuando tuvieran mucho trabajo y necesitaba un cambio de ropa, tomó primero que nada un par de medias limpias y luego lo demás. Entró al baño y en cuestión de minutos ya volvía a tener las pintas de un jovencito bien cuidado de 17 años. Al terminar de arreglarse, tal y como le gustaba a su señor, salió del baño con una ligera sonrisa.

— Señor Parker... — habló el adolescente.

— Dime.

— ¿Para que necesitaba de mí? — Excelente pregunta, Doroti. En realidad, Benjamín solo lo había llamado porque sí, porque se le cantaba y podía... Además que adoraba ver como el pequeño mocoso babeaba por el, le resultaba tan satisfactorio y placentero.

— Café. — habló frío.

— ¿Ca-café? — Tony se había molestado ligeramente — ¿me ha mandado llamar a las 8:45 de la noche solo por un café?

Parker levantó una ceja sorprendido, haciendo parecer que estaba ofendido por el comentario del niño.

— Sí ¿Y qué? — Tony bajó la cabeza y fue a preparar el bendito café.

Volvió con una charola de metal, con una plato con galletas y una taza de café espumante que realmente olía de maravilla. Lo dejó sobre es gran escritorio y miró nuevamente y con calma a su jefe.

— ¿Algo más?

— Llama a María. — ordenó — esta noche te quedarás aquí. Trabajaremos en el traje.

Anthony sintió ganas de saltar en una pata al saber que trabajaría en el traje del señor Parker, pues, la única razón (no realmente) por la que estaba trabajando allí era por el hecho de que sentía la ilusión de ver el afamado traje de "Iron-spider".

Cuando Tony tenía 14 años, el traje fue creado por Peter cuando lo secuestraron personas de la federación rusa. En sus principios el traje serviría para las fuerzas armadas rusas, y le daría al soldado que la ocupe, las habilidades de una araña. Pero gracias a Dios eso no sucedió.