Para Gine.

Dos

Eras frágil, pero valiente.
Tu padre te corrió de tu hogar por ser una deshonra.
Quería matarlo.
Tú no eras una deshonra, eres la más bella mujer en este maldito planeta, la única que en verdad conoce el amor.
La única que me enamoró.
Me pediste ayuda, y aunque suena egoísta me alegró tanto que pasara, pues así pude tenerte en mi hogar como una huésped. La única que merecía mi protección.
Demostrarte mis sentimientos era difícil, pero no te importaba, siempre tenías una sonrisa dibujada en tu rostro.
Mi corazón se inquietaba al verte así. Que no sabía que ya lo habías robado.

Te pertenece. Es todo tuyo mi Gine.

Tu nombre... Con sólo pensarlo me tiembla el cuerpo entero. Mi Gine.