Todo el almuerzo continuo en calma con conversaciones sin importancia pero divertidas. Tendríamos bastante tiempo para recorrer el primer piso incluido el jardín del museo. Mientras los chicos terminaban sus postres salían al jardín para jugar con la nieve o tomarse fotos, afuera parecía más entretenido que estar adentro en mitad de muchas obras costosas.
-¿Ya están listas las señoritas?-pregunto Josh cuando comí el último pedazo de pastel de manzana.
Éramos pocos los chicos en el comedor, eso incluía a Sunny, Lucas, Irvine e Ian, a veces lo miraba por el rabillo del ojo, se veía casi aburrido, pretendía reír cuando los demás lo hacían y aunque quisiera saber que le pasaba no me metería, ya no era mi asunto, seguía molesta.
-Iré al baño, los veo afuera-dije mientras me ponía de pie.
-Pero te acompañamos-dijo Claire.
-No, Mackenzie estará bien. Quiero ver los árboles. ¡vamoooos!-grito Aíra, todos la miraron sorprendidos.
Creí que los maestros la regañarían pero siguieron felices en su conversacion con los guías.
-Bien, bien. De acuerdo, pareces niña pequeña-comentó Claire.
Aíra la tomo del brazo y la jalo hasta las puertas de cristal. Josh se acercó y preguntó.
-¿Estás segura que vas a estar bien?
-¿Por qué no iba a estarlo?-le pregunté.
-Sunny trae una mirada de hiena, a estado así en todo el almuerzo, y justo ahora te está mirando.
-No le prestes atención, estaré bien, los alcanzo afuera, solo voy al baño ¿Qué podría pasar?
-¡BAMOS JOSH!-gritó Aíra desde afuera.
-Bueno, si estás en problemas pegas un grito, Claire me mataría si te pasa algo, ahora eres como mi hermana.
Los dos soltamos una carcajada.
-Prometo que gritaré-hice un gesto con la mano como los soldados y me dirigí hasta donde estaban los profesores.
Les pregunté a los guías donde estaban los baños, me dieron las instrucciones, una guía se ofreció a indicarme, acepté su ayuda para evitar perderme.
El baño no estaba muy lejos, la guía me preguntó si necesitaba algo más y se fue dejándome sola en el baño elegante con olor a vainilla.
-¿Esta todo bien?-preguntó Percy.
-Todo bien, solo necesitaba un respiro-explique.
Trate de arreglarme el cabello, tenía algunos cabellos rebeldes que se alzaban de su lugar por el frío, por el momento no podía hacer nada contra ellos. Me lave las manos y me mire al espejo por varios segundos.
-Percy...¿Crees que lograre descifrar el código?
- Muy seguro, tú abuelo era un hombre muy astuto, es por eso que lo vez tan complicado. Creo que llegó a tenerte celos.
-¿Por qué lo haría?
-Porque llegaste a ser más inteligente, creo que lo heredaste de él.
-Lo que me faltaba-solté las palabras con desagrado.
-No, no. Todo lo contrario, eso es bueno. Llegarás a ser una de las mejores reinas.
-Eso es lo que me preocupa, podría convertirme en alguien como mi abuelo.
Me abracé con fuerza como un apoyo, sentía una fuerte ráfaga de viento que me sacudía desde el interior, un viento que calaba mis huesos.
-No lo harás, confía en mi, te conozco casi de toda la vida, tú abuelo fue despiadado desde pequeño. El rey Lain y la Reina Audrey supieron educarte.
-Si-sonreí ante mi reflejo, tenía un poco de los dos, eso me hacía sentir orgullosa.
-Así que, señorita Noah. Relájese y disfrute este día, no acepto más quejas.
-¿Tú y Aíra se pusieron de acuerdo?
-Ni siquiera hablo con ella.
Tomé una bocanada de aire y salí del baño.
Caminé lentamente recorriendo el largo pasillo oscuro y silencioso. Pensaba en cuánto habría costado la remodelación y el mantenimiento de este lugar, incluso hasta el pasillo que te llevaba al baño contenía obras muy preciosas y por el tiempo se notaba lo costosas que eran, Palacio a diferencia del museo era mucho más moderno, había sido adaptado más a este tiempo para tener todas las comodidades, aunque a decir verdad no me habría molestado vivir en esta mansión.
Inmersa en mis pensamientos el encanto se rompió cuando salí del pasillo y la luz volvía a traerme a la realidad, estaba a punto de llegar hasta el comedor. Me detuve en seco al ver a Ian atónito por mi encuentro. Trague saliva sin poder decir nada ni moverme. Era tal vez una coincidencia o me estaba esperando. La vista se me nublo, no sabía que hacer. Mi estómago dio un salto y las mariposas se desataron.
Con expresión decidida y su fuerte belleza se acercó a zancadas. Ya no podía escapar, era muy tarde. Sus ojos brillaron con fuerza y una emoción indescifrable.
Su mano agarró la mía por sobre el guante y entrelazó sus dedos con los míos. ¿Acaso esto era un sueño? ¿Me había desmayado?.
Gracias a ese contacto me sentí viva otra vez, podía incluso sentir mi latido del corazón a mil. Eso hacia la presencia y el toque de Ian, me regresaban a la vida, con una simple mirada podía hacerme volar. No había remedio, estaba perdidamente enamorada de Ian.
Su mirada se hundió contra la mía, éramos sólo los dos, estábamos solos y un agradable silencio nos envolvía.
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El Secreto
Science FictionEn el año 2095 los humanos han creado grandes inventos, la tecnología está presente en todas las cosas, pero existe un software que pocos conocen, solo una chica lo posee y un hombre quiere arrebatárselo para así tener poder en el mundo. Noah Aldri...