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La música retumbaba por todo la gran casa y parte de el vecindario lujoso. Where have you been de Rihanna resonaba por los grandes parlantes en aquella casona, dándole a la noche un agradable ambiente a todos los convidados.

El medio hermano de Seokmin, Wonwoo, estaba realizando una inmensa fiesta por su cumpleaños, dejando la casa de su padre repleta de mucha gente.

Wonwoo había invitado a Seokmin quien al inicio se había negado de asistir. No es como si se llevaran mal, al contrario, tenían una buena relación a pesar de todos los problemas familiares por los que pasaron.

La razón por la que no quería ir era porque Jun no asistiría a la fiesta.

Wonwoo se encargó de invitar a Jun también, pero el novio de Seokmin no podía asistir porque iría al asilo como voluntario dejándole claro a Seokmin que los adultos de tercera edad podrían lastimarse por las noches y necesitaban atención especial.

Hubiera acompañado a Jun pero Wonwoo le insistió en que asistiera a su fiesta. Aceptó con la condición de que solo estaría una hora y luego iría a por Jun.

Sacó su celular del bolsillo de su pantalón para mirar la hora pero se quedó embobado al ver la foto de su fondo de pantalla.

Una imagen que le había tomado a un Jun sonriente cuando cumplieron tres meses juntos adornaba su celular. Y a pesar de que ya pasaron más de dos años desde esa foto y de tener más fotos de Jun, esa era su favorita.

Suspiró con una sonrisa, esta vez fijándose de la hora. 11:32 p.m.

Debía haberse ido hace más de media hora, de no ser porque Wonwoo lo detuvo diciéndole que tenía algo para darle que le interesaría.

Regreso su celular al lugar en donde estaba, sacando de su chaqueta una cajetilla de cigarros y un encendedor. Colocó un cigarro que apretó entre sus labios, encendiendo lo con el mechero.

—Oye viejo, ¿me prestas tu encendedor?— le preguntó un chico desconocido que se le acercó.

—No tengo— pronunció con el semblante serio, guardando su encendedor en su chaqueta y alejándose de ese chico.

Dio una calada a su cigarro y se abrió paso entre la multitud para salir al patio trasero de la inmensa casa de su padre. Necesitaba un respiró.

Soltó el humo retenido, ubicándose al lado de Doyoung, uno de sus amigos, en uno de los sofás launge que estaban alejados a unos metros de la gran piscina.

—Doyoung— saludó con un movimiento de cabeza.

—Seokmin— le saludó de la misma manera—. Creí que ya te ibas.

Seokmin dio otra calada—. Eso hacía pero Wonwoo me dijo que lo esperara para no se que mierda— soltó el humo.

—Yo no le diría mierda— Doyoung río al ver el rostro confundido de Seokmin.

—¿Tú sabes algo, bastardo?— observó como su amigo tomaba del desconcido liquido que tenía en su vaso.

Doyoung tragó negando—. Voltea— ordenó señalando a la dirección por la que Seokmin había entrado.

El de cabellos rojos, giró el rostro llevándose la sorpresa de la vida.

Conocía perfectamente ese trasero redondo.

Dio una última calada para luego meter su cigarro en el vaso de Doyoung, ganándose un ¡hey, acabo de prepararme eso! y se puso de pie, alejándose del lugar.

—¿Qué hace un chico muy lindo como tú en esta fiesta?— preguntó cuando llegó hacia su persona favorita.

Jun que estaba de espaldas, dio un pequeño brinco pero al oír la voz de Seokmin volteó rápidamente.

—Vine a ver a mi novio— sonrió emocionado, acercándose un poco más a Seokmin.

—¿En serio? Y, ¿se puede saber quién es el novio de esta hermosura?

—Eres tú, tonto— Jun río.

Seokmin fingió sorpresa—. ¡¿Soy yo?!— exclamó emocionado escuchando la melodiosa carcajada de Jun.

—Haber me estas diciendo que esté bebé,— señaló a Jun—. ¿Es novio de esta mierdita?— se señaló a sí mismo.

Jun asintió riendo.

—Eso no puede ser posible, es una broma— miró hacia todos lados—. ¿Donde están las cámaras?

Jun cerró los ojos por un momento corto mientras reía. Al abrirlos pasó sus manos por el cuello de su novio. Le encantaba mucho la manera en la que Seokmin se volvía todo un romántico.

Seokmin deslizó sus manos por la cintura de Jun—. Es increíble, me saqué la lotería contigo bebé.

Juntó sus labios con los de Jun dándole pequeños besos cortos.

—¿Cómo es que viniste hasta aquí?— preguntó separándose un poco del rostro de su novio—. Pensé que aún estarías cuidando abuelitos.

—Y eso estaba haciendo, pero llegaron varias practicantes de enfermería e insistieron en que ellas los cuidarían el resto de la noche entonces decidí regresar a casa pero primero pase al supermercado en donde me topé a Mingyu que estaba hablando por teléfono con Wonwoo— explicó pasando repetidas veces sus manos por los hombros de Seokmin—. Le dijo que estaba ahí y tu hermano me pidió que viniera recalcando que ya habías escupido en las bebidas de alguna personas y habías encerrado a varías personas en el baño. Y entonces heme aquí.

—Estaba a punto de ir por ti, pero Wonwoo me dijo que no me vaya y ahora se el porque— dejo un beso rápido en la mejilla de Jun—. Si sigues siendo voluntario en los asilos, en un par de años allí verás a la loca de mi madre.

Jun le dio un golpe suave en el pecho a Seokmin quien río.

[...]

—Sólo un poco, Min— insistió.

Seokmin negó—. No bebé, si tu papá te llega a oler y sabe que tomaste alcohol, me mata.

Se hallaban en el sofá en el cual Seokmin estaba anteriormente, Jun insistía en que quería probar de esas latas blancas con letras doradas que contenían cerveza.

—A todo esto— acercó su rostro demasiado cerca de Jun, mirándolo asustado—. ¿Le dijiste a tu papá que vendrías aquí?

—Si le dije, dale Min, solo un trago— siguió insistiendo.

—No Jun, ya te dije el porqué.

—Entonces, ¿porqué tu si puedes?— reprochó.

—Yo no lo hago, amor— agarró la mano de Jun y dejó un beso en ésta—. Tengo que manejar.

Olvidó el tema de la cerveza al mencionar a su padre, recordando las palabras que le había dicho minutos antes.

—Papá me dejó pasar la noche en tu departamento— soltó de repente, teniendo la atención de su novio al mil por ciento.

Seokmin tragó saliva—. ¿De verdad?

—Si, pero quiere que este mañana temprano en casa.

Seokmin se quitó la chaqueta negra y se la colocó a Jun—. ¿Ya te quieres ir, bebé?

Jun pasó sus manos por los musculosos brazos de Seokmin. No necesitaba decir nada, tan solo con ver las pupilas dilatadas de Jun y sus labios entre abiertos bastaba.

Sin perder más tiempo, ambos jóvenes salieron de la mansión del padre de Seokmin, dirigiéndose al departamento de este, que se convertiría en su nuevo escenario de amor por toda la noche.

━Bad boy♡︎SeokHuiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora