7. ʙᴇɴᴇ́ᴠᴏʟᴀ

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Él no dijo padre, dijo padres.

Elizabeth intentó no verse muy afectada, pero saber que a sus padres los mató alguien por venganza, y que a ella le esperaba lo mismo... Eso no la hacia sentir mejor que los últimos días.

Aztros permaneció en silencio mirando a Dante, y Grey la miró con cautela.

—¿Estas bien?

Elizabeth apretó los puños y le lanzó una mirada de odio, él se mantuvo en silencio.

—¿Quién es Azael? —se volvió hacia Dante—. ¿Qué le hizo mi padre?

—¿Adams Gold? Casi nada, sólo evitó que destruyera todo a su paso, se burló de él en su cara, lo retó, lo puso en ridículo, lo ató en una cueva con unas cadenas de ángeles y tuvo una vida perfecta después de eso. ¿Qué más? Ah, recuerdo algo más, una pequeña persecución por todo Coldwood en donde capturó a todos los secuaces de Azael. Nada grave. Lo normal, algo que pasa todos los días en la vida de los villanos.

Elizabeth se quedó sin aire. Si su padre hizo todo eso, no le extrañaba que quisieran vengarse.

—Pero estoy seguro que Azael no querrá vengarse sólo de Adams —Dante miró a Grey—. Hay otros... Viejos amigos suyos que tienen mucho que perder.

—Pero mi padre murió hace cinco años, es imposible que Azael lo haya matado, él estaba encadenado, ¿no?

Dante no respondió, así que Elizabeth miró a Aztros.

—¿No?

Él pareció avergonzado.

—La cueva donde estaba atado Azael dejó de ser vigilada hace ocho años. La Orden no lo vio como una amenaza más, estaba demasiado débil, casi muriendo. Él pudo enviar a alguien a matar a tu padre...

Aztros no se veía muy seguro.

—Pero si ahora está libre... Es un verdadero problema para... Todo el mundo.

—¿Es un demonio?

Ninguno respondió. Elizabeth miró a Grey, pero este miraba por una ventana, pensativo. Cuándo miró a Dante, no pudo creer lo que pasaba por su propia cabeza.

—¿Un Nephilim?

Dante negó suavemente.

—Es un ángel.

Elizabeth recordó los ángeles de las pinturas de su padre. Seres hermosos, alados. Recordó la estatua de madera en la biblioteca. Un ángel era algo puro.

Su padre le había dicho una vez que él prefería confiar su vida a un demonio que a un ángel, ella pensó que estaba bromeando en esa ocasión.

—Imposible —murmuró—. Los ángeles son buenos... Son... Bebés con alas y pelos rubios y sólo salen en pinturas, son...

—Sí, y el diablo fue un angel, tambien —dijo Grey, con burla—. Vamos, los ángeles son unos psicopatas.

—No hables así de ellos —Elizabeth miró a su alrededor, temiendo que el techo se rompiera sobre su cabeza y un ángel psicópata apareciera para matarlos.

𝐿𝑎𝑑𝑟𝑜́𝑛 𝐷𝑒 𝐴𝑙𝑚𝑎𝑠 (𝐶𝑖𝑢𝑑𝑎𝑑 𝐷𝑒 𝐶𝑒𝑛𝑖𝑧𝑎𝑠)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora