to myself

28 3 0
                                    

❝Mi parte favorita del día es en la que ambos nos encerramos en una misma habitación. Cierro la puerta y encuentro tu rostro, el cual no puedo tomarme el gusto de apreciar demasiado cuando hay otras personas alrededor, y te observo por un largo tiempo hasta olvidar todas las razones por las que alguna vez deseé desaparecer.

Entonces suspiro y suspiras porque al fin nos encontramos a salvo.

Eres el único con el cual puedo mantener la mirada minuto tras minuto, sin sentirme vulnerable. E incluso si tus ojos, así como cada centímetro de tu cuerpo, son iguales a los míos, siempre me parecen mucho más bellos a comparación. Hasta nuestro nombre te queda a la perfección mientras que a mí no deja de parecerme ajeno y extraño.

No sé cómo he aprendido a amarte pero odiarme tanto al mismo tiempo. Porque incluso al despertar, sintiéndome asqueroso y desdichado por tener que sumar un día más a mi lista de desgracias, ver tu imagen frente a mí me hace sentir mejor.

Me hace sentir que puedo hacerlo mejor.

Eres el único al cual puedo aproximarme sin temor a que notes cada uno de mis defectos, ya que tengo la tranquilidad de saber que te gustan tanto como a mí los tuyos. Lo noto cada vez que me rindo y apoyamos nuestra frente una contra la otra, suspirando y golpeando con nuestro aliento el límite que separa tu mundo del mío. Miramos esas pequeñas marcas en la piel que sólo nosotros sabemos que tenemos, las grietas en los labios que nosotros mismos nos hacemos, bajamos nuestros párpados unos segundos para abrirlos nuevamente y corroborar que aún seguimos aquí.

Eres el único al cual he besado alguna vez. Me gusta el pequeño chasquido que hacen nuestros labios al intentar tocarse, así como la marca que queda en el cristal y la sonrisa que se nos escapa un instante después de haber cometido semejante tontería. Sientes vergüenza por mí y yo siento vergüenza por ti. Y es que ambos sabemos qué tan patéticos podemos volvernos cuando nos encontramos a solas, pero aún así nos sonreímos como si no acabaramos de hacer algo tan angustiante y lamentable con tal de sentirnos menos solitarios. Aunque, a decir verdad, esa sensación vacía nunca desaparece del todo.

Hacemos lo que deseamos y nos decimos lo que queremos escuchar, sin embargo no basta con nosotros para hacernos sentir acompañados. Porque es nuestra única opción. Eres el único par de ojos que me devuelve la mirada cada vez que te busco y, ¿sabes algo? Dudo mucho que fuese de esa misma forma si tú y yo no estuviéramos atados de por vida. Porque todos los que están desligados de mí no se toman la molestia de permanecer conmigo.

Y mientras más lo pienso, más me pregunto cómo puede ser posible que yo sea tú, pero que no pueda imitar frente a las demás personas esa imagen confiada y serena que me enseñas cada día, que siga sin poder amarme ahí fuera porque el mundo entero parece detestarme.

Sigo sin entender cómo puedes lucir tan tranquilo cuando ambos sabemos que nos están destruyendo.

Y una vez más, te odiaré y me odiarás, pero no nos durará demasiado porque por nuestro propio bien tenemos que solucionar nuestros problemas.

Así que lloraré y llorarás conmigo porque no tienes opción alguna, y nos diremos las palabras que necesitamos oír mas nunca serán suficientes para curar del todo nuestras decepciones. Diremos que somos bellos aún con los ojos inyectados de angustia, pero volveremos a lamentarnos porque, incluso si no lo mencionamos en voz alta, tú sabes que yo sé que nadie más piensa así de nosotros.

Porque nunca luciré tan hermoso como yo te considero a ti. Porque nadie más que tú podría mirarme de la forma en que me miras. Porque sé que ellos no van a amarme tanto como yo te amo.

Y esa será por siempre la peor de mis condenas.❞

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Mar 31, 2020 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

» NarcissusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora