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Después de tanto pensar solo logro formular un plan; correr como loco hacia la puerta principal y huir. Abrió la puerta lo más despacio y silencioso que pudo, asomo su cabeza y miro si era seguro salir, al no ver nada decidió correr escaleras abajo, se tropezaba con sus propios pies gracias a la prisa y a que no paraba de temblar por el miedo, al por fin llegar abajo e intentar dar vuelta tropezó con una alfombra, cayendo al piso causando un estruendo, Tobias aterrado se levanto e intentó correr a la puerta, pero, una de esas sombras le había bloqueado el paso y le dedico una espeluznante sonrisa con sus muchos y muy afilados dientes mientras negaba lentamente con su cabeza, lo único que Tobias logro hacer fue correr a la cocina y como si esto le fuera a ayudar cerró la puerta con llave, los perros, que más bien eran como hienas detrás de su presa, comenzaron a gruñir y a rasguñar la puerta, de vez en vez se les escapaban unas horribles risitas que le erizaban la piel a Toby por el eco que causaban y después ya no solo eran pequeñas risas, sino que comenzaban a reír más y más fuerte y entonces lo entendió, esas malditas cosas solo estaban jugando con él, perfectamente podrían pasar por debajo, después de todo eran sombras y ya lo habían hecho antes cuando salieron de detrás del reloj y luego de debajo de su cama, luego de unos segundos, que más bien le parecieron horas, se detuvieron en seco, Tobías no quería salir, sentía que estaban afuera, esperando a que se tragara eso de que se habían ido para que saliera y lo atraparan y en eso recordó que en la cocina había una puerta para salir al patio, se dio un golpe en la frente por no recordarlo antes, se dirigió a la salida, quito el seguro y salió en silencio, la lluvia aun no había cesado, seguía tan fuerte como antes, quizás más, pero eso no le importó, solo quería salir, quería escapar, una vez fuera se dirigió a la calle y se echo a corre, ni siquiera tenía un plan, no sabía a dónde iba, tampoco parecía importarle las pequeñas cortadas que se hacían en sus pies por las piedras que se clavaban n estos ya que estaba descalzo, solo corría desesperadamente, las calles estaban desoladas, no había ni un alma, era obvio por la hora, aunque ni siquiera sabía bien qué hora era, sabía que era muy tarde como para que hubiera gente rondando en la calle y más con ese clima, bueno, eso ya no importaba, había logrado salir y creía que todo marchaba bien, si, eso creía hasta que...



ᴹⁱᵉⁿᵗʳᵃˢ ᵐᵉ ᶜᵒⁿᶜᵉⁿᵗʳᵒ ᵉⁿ ᵉˡ ʳᵉˡᵒʲᵉˡ ᵗⁱᵉᵐᵖᵒ ˢᵉ ᵈᵉᵗⁱᵉⁿᵉ ᵖᵉʳᵒ ʸᵒ ⁿᵒ.
ᴰᵉᵇᵉʳíᵃ ᵃᵗᵃʳᵐᵉ ᵃ ˡᵃ ᶜᵃᵐᵃ.
ˢᵘᵖᵒⁿᵍᵒ qᵘᵉ ᵈᵒʳᵐⁱʳé ᶜᵘᵃⁿᵈᵒ ᵉˢᵗᵉ ᵐᵘᵉʳᵗᵒ...

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⏰ Última actualización: Nov 12, 2019 ⏰

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𝙴𝚕 𝚃𝚒𝚌-𝚝𝚊𝚌Donde viven las historias. Descúbrelo ahora