No es cierto, ya deja de alucinar Natalia, Francis ya esta muerto.
Pero esa voz que tenía en mi cabeza parecía tan real, no quería abrir los ojos, por que sabía que me decepcionaría al no verlo de pie a lado mío diciendo mi nombre.
-Natalia Jones. -
Otra vez.
Me tome de la cabeza jalandome el cabello, ya me estaba desesperando.
-¡Natalia Jones!.-
-¡¿Qué?!. -
Levante la cabeza, y genial, lo que me esperaba.
Nada.Me destrocé, de nuevo.
Solo lo conocí, unos cuantos meses, para ser precisos, tres. Nos hicimos novios casi a las dos semanas de conocernos, o menos. Pero no se, yo siento el vacio mas grande, al pensar que ya no esta, como ese vacio que sientes cuando tienes sed, tomas agua pensando que se te quitara, pero no se te quita. Podría tomar todas las botellas de agua potable en el mundo y no se me quitaría jamás este vacio. Nunca pensé que nos pasaría esto. Saben, la mayoría del tiempo en él que no estas con la persona que más te importa, la extrañas. Pero tienes la esperanza de verla después. Pero ahora yo extrañaba su olor, su sonrisa, su cabello, sus poemas, sus estúpidos y hermosos intentos de ser romántico, sus besos, sus abrazos, sus labios pronunciando mi nombre... Y jamás lo volvería a ver.
-Natalia Jones. -
Decidí ponerme de pie para que se detuvieran ya, de una vez las alucinaciones de el diciendo mi nombre, tome mi suéter, me limpie un poco el rostro y camine tambaleante, hacia ninguna parte. El sitio, ahora que me fijaba, era muy parecido a el sitio de Francis, solo que habían mas bancas y unas cuantas personas que me veían como si estuviera loca, me daban ganas de ponerme a explicarles todo mi sufrimiento para que dejaran de observarme de esa manera, pero sabía que si lo hacia, estallaría de nuevo en llantos. Divise una banca solitaria y como estaba entumida y cansada, me senté ahí.
Busqué en mi bolsillo mi teléfono celular.
9:12 pm.
Me reí a mis adentros.
Había dormido cuatro horas, aproximadamente y yo solo duermo en la noche, no puedo dormir en el día, se me hace imposible. No se por el o que se yo.
Ya bueno perdón, necesitaba distraerme de lo de Francis un poco, pensar en cualquier cosa sería de ayuda.
Pero de repente me vinieron preocupaciones a la mente.
Francis no tiene familia.
Yo, o eso creo, era la persona más cercana a el.
Lamentablemente, al pensar en eso me puse a llorar.
Puse mis piernas en la banca, para que mis rodillas, quedaran a la altura de mi rostro. Puse mi cabeza en el espacio de en medio y cerré los ojos, agonizante.
-Hola, disculpa, ¿Estas bien?. -
Una voz masculina, un tanto conocida , sonó a lado de mi, no volteé la cabeza hacia arriba, preferí mantenerla ahí para que no me vieran tan mal. No sabia si me saldría la voz así que no contesté. - ¿Puedo sentarme?. -
Asentí con la cabeza y el, se sentó a mi derecha. No dijo nada durante unos minutos, por lo tanto, pensé que ya se había ido, hasta cuando sonó su voz de nuevo.
-Sabes, tengo una novia preciosa, solo que, aveces la quisiera tener solo para mi e hice algo bastante estúpido y ahora me siento terriblemente mal. - No volví a contestarle nada, en lo único que estaba concentrada, era tratando de calmar mi respiración. - Te contaré lo que hice, la llamé por teléfono, fingiendo tener una emergencia, destrocé una motocicleta y la dejé en una parte del parque, esperando la llegada de mi chica, después de unos veinte minutos, me desespere, pensé que no me encontraría así que la empecé a buscar, y ahora la acabo de encontrar y... -
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El Sueño De La Vida...(*Editando*)
Roman pour AdolescentsNatalia Jones es una adolescente de 16 años, casi 17, toda su vida, la ha pasado pintando, leyendo y conviviendo con su mejor amiga, una vida perfecta, sin embargo, la situación económica de sus padres no es la mejor, por lo tanto la tendrán que...