🌻III🌻

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—¡Esto está arrechisimo!—alaba su comida. 

En todo ese tiempo Venezuela nunca dejó de dar saltitos en su asiento, así que cuando soltó aquel sonidito, Alemania casi se atraganta. 

—¿Qué pasa? ¿No te gustó?—interroga sorprendido de pensar en esa extraña posibilidad. 

El alto negó, reconoció que esa comida típica estaba muy sabrosa aunque, a quien engaña, el quiere probar otra cosa. 

Con aquel pensamiento, se levantó de su lugar sin antes avisar que iría al baño. Se mojó la cara para después mirarse al espejo, estaba rojo, su mirada tenía ese caracteristico brillo lujurioso, y sin mensionar que se hacía notar sus dientes afilados por culpa de la genética. Se aflojó la corbata en busca de relajarse un poco, con su mano libre se llevó su lacio cabello negro hacia atrás soltando un suspiro al sentir algo de aire chocar con su piel caliente. Se dio cuenta de ese detalle abriendo los ojos, que en algún momento cerró, mirando a través del espejo la silueta de aquel chico bajo, volteó por completo su cuerpo para encararlo. 

—¿Te sientes bien?—un tartamudeo sacó a la luz sus nervios de estar totalmente a solas con Alemania. 

Éste no respondió, con pasos lentos y firmes se dirigió hacia el de 7 estrellas. Camino lento a propósito solo para darle tiempo a Venezuela de escapar de él, pero en ningún momento dio signos de querer escapar de esos ojos penetrantes. 

Alemania posó su mano a mitad de la espalda de Venezuela ejerciendo un poco de presión acercando su cuerpo al suyo, por inercia el más bajo colocó sus manos en el pecho del depredador, se sentía como un pequeño conejo que está a punto de ser devorado por un animal salvaje. 

El alto se acerca cada vez más al rostro ajeno, especialmente a los labios entreabiertos de Venezuela y sin intenciones de dejarlo esperar más lo besó con ansias. Primero jugó con sus labios, pasando su lengua por el inferior y procede en adentrar aquel húmedo músculo. 

Ambos estaban disfrutando del beso, pero ninguno se percató del tono de un teléfono que resonaba por las paredes del baño, hasta cierto punto que se volvía tedioso aquel sonido. Alemania se alejó de aquellos dulces labios para después sacar su celular del bolsillo sin antes de soltar una maldición en su idioma natal, contestó mirando fijamente al bajo. 

Luego de un rato en silencio, colgó. El alto fijó su mirada al piso totalmente ido, Venezuela se preocupó, levantó un poco su mano moviendola de un lado a otro frente de los ojos del contrario. Quería llamarlo, pero fue allí cuando se percató de que besó a alguien que ni siquiera sabe su nombre, se encogió de la vergüenza y se limitó a solo mirarlo con curiosidad. 

—Lo siento. 

Antes de que el veneco dijese algo, Alemania salió rápido del lugar sin dejar rastro, pero si muchas preguntas. 

Esa fue la última vez que vio al Alemán... Hasta aquella reunión de la ONU años después, fue cuando descubrió quién era en realidad. 


Ahora supongamos que existían teléfonos a mitad del siglo pasado xd

Estos son partes de un capítulo, en total son cinco jijiji

Bye✨

Amor Antaño (Alemania x Venezuela)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora