Elin
Elin.
-De que hablas pequeña? - Pregunto Jake.
-Yo, no es nada, nada de qué preocuparse. - Él ya tenía demasiado en su cabeza como para preocuparse por lo que me pasaría a mí.
-Puedes contarme Elin, - Jake insistió.
-Como es que eres el hermano de Ashley, ella era de aquí, El Norte, y tu vienes de Australia. - LE pregunte, ahora tenía preguntas.
-Ella se mudó aquí con mi madre, yo y mi padre nos quedamos en Australia. Mi mamá tenía problemas de salud, y un especialista de esta manada lo ayudo. Por otra mano mi padre es El Beta de mi manada. En ese lapso yo me quede con él, y ellas se mudaron aquí. -
Wow, nunca había escuchado de algo como esto, en el que una pareja se separaba.
-Ya lo sé, es raro, pero ahora ella está mucho mejor de salud y ya regreso a Australia. Especialmente después de lo que paso con Ashley. Ella no podía vivir tan cerca de la persona que había acabado con la vida de su única hija. -
-Azul me dijo que tu viniste a trabajar aquí porque perdiste a tu compañera? - Me atreví a preguntar.
-Si la perdí hace dos meses, ella fue atacada por rebeldes. Cometí la estúpida idea de dejarla salir una noche. Si la hubiera acompañado eso no hubiera pasado. - Lagrimas en sus ojos estaban presentes.
-Lo siento mucho. - Fue lo único que pude decir.
-Tranquila, no tienes de que preocuparte. Ya paso, ahora estoy tratando de olvidarme de lo sucedido. - Explico.
-Ya es tarde, deberíamos retirarnos a nuestros cuartos. Hablar de todo esto me canso. - Comente.
-Claro, pero aún tengo una pregunta. ¿Ya tienes veinte y un anos, aun no encontraste a tu compañero de vida? -
¿Le decía?
-Es una larga historia, si quieres te la cuento mañana. - No tenía ganas de revivir todo de nuevo.
-Claro, si eso es lo que tú crees mejor. -
-Ve y descansa, yo limpiare. - Le dije.
-Segura? -
-Claro, ya te dije que tú puedes cocinar y yo limpiare. - Explique de nuevo.
-Okay, buenas noches. - Con eso dicho comenzó a subir las gradas y desapareció.
Lentamente limpie la cocina, y platos que él había usado para cocinar. Treinta minutos después me encontraba en mi cama recostada. Hoy no tomaría las pastillas de dormir.
Debería comenzar un cambio para bien. Eso significaba no tomar pastillas, Jake había sido muy bueno conmigo, y no quería que vuelva a sentir el olor de somníferos en mi cuerpo.
No sabía cuando el volvería. Necesitaba olvidarme de eso, el seguro que ya lo hiso. Tenía que sacarlo de mi cabeza y seguir con mi viva como antes.
Había pasado probablemente tres horas y daba vueltas en mi cama. No podía dormir, mi cuerpo se había acostumbrado a las pastillas de dormir. Pero no quería tomarlas, por la otra mano si no la tomaba tal vez no dormiría toda la noche. Si no caía dormida hasta las dos de la mañana, tendría que tomar por lo menos una.
Contar ovejitas ya no era una opción, ya había contado más de trecientas...
En eso mire mi celular que seguía en mi mesita de luz, rayos, ¡me olvide completamente de mi madre!
Agarre el celular y lo conecte con el cargador que ya estaba conectado en la pared.
La pantalla se prendió, y rápidamente me llegaron las notificaciones de mi madre.
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Ser La Segunda
Lupi mannariSe supone que cuando una encuentra a su compañero de vida, es el momento mas feliz en nuestras vidas. Eso es lo que yo esperaba, y deseaba. Pero la Diosa Luna tenia otros planes en su mente para mí. Por que no todo son arcoíris y flores cuando er...