Nunca te cases con un hombre con dos tintins

Capítulo 38

Cheng Nuo se sintió verdaderamente feliz al volver a encontrarse con un viejo amigo. Bai Rui todavía rara vez hablaba y mayormente sólo escuchaba a Cheng Nuo. La forma en que los hermosos ojos dorados de Bai Rui estaban siempre enfocados en su cara hacía que Cheng Nuo se sintiera inexplicablemente nervioso.

No sabía cuánto tiempo hablaron antes de que el estómago de Cheng Nuo empezara a hacer ruidos. Mirando hacia arriba, vio que el sol ya se estaba poniendo en el lado oeste del cielo. Él sonrió y dijo: "Ven, vamos a comer mientras hablamos".

Bai Rui le miró suavemente, se tragó una pastilla y los colores de su cabello y sus ojos se volvieron negros de nuevo. Cheng Nuo recordó repentinamente el alias que Bai Rui había usado y sonrió: "¿Por qué usaste ese nombre?"

"Ah, sólo para evitar algo problemático." Bai Rui se giró para ocultar la mirada de vergüenza en su cara y caminó hacia delante.

Cheng Nuo no pensó mucho en ello. No pudo evitar sonreír al pensar que Bai Rui había aprendido inesperadamente a mentir. Está progresando mucho.

Cuando regresaron al pequeño salón de té, Cheng Nuo ordenó algunos platos ligeros y refrescantes que sabía que Bai Rui prefería. Conociendo la obsesión de Bai Rui por la limpieza, añadió algunas monedas y ordenó al camarero que usara cuencos y palillos nuevos.

Bai Rui le miró en silencio y de repente le pasó el adorno en forma de dragón: "Aquí tienes. Pero pensé que tu habilidad es de madera".

"Liu Guang volverá pronto y quería hacerle un regalo. No pensé que nos encontraríamos así", dijo Cheng Nuo con una sonrisa.

Bai Rui dio un "oh" y la suave expresión de su cara se volvió un poco más fría.

Cheng Nuo no notó el cambio. De repente se preguntó si Liu Guang aceptaría este objeto si supiera que fue hecho por Bai Rui. Pero su rivalidad de la infancia seguramente no importaría ahora que ambos habían crecido, ¿verdad? Seguramente ya no serían tan inmaduros.

Rechazar este artículo no sería bueno, así que, sin más protestas, lo puso en su bolsa de almacenamiento y sonrió: "Bai Rui, ¿has aprendido a crear y refinar artículos? Te invitaré a comer en otro momento".

Los ojos de Bai Rui se iluminaron y explicó: "Solía hacer un poco de eso antes y ahora lo estoy aprendiendo de nuevo. Esa espada corta fue algo que hice cuando era niño".

Cheng Nuo estaba conmocionado. Sabía que algunas personas podían entrenar durante años, pero aún así no podían refinar una sola arma. Cheng Nuo siempre llevaba la espada corta que Liu Guang despreciaba. Ahora lo sacó y lo observó cuidadosamente y suspiró: "¡Eres demasiado asombroso para las palabras!"

Bai Rui no esperaba que Cheng Nuo lo tuviera cerca de él en todo momento. Se sorprendió, así que sólo después de un tiempo pudo responder: "Está hecho de unos pocos materiales raros. La calidad no es muy alta, pero la actualizaré para ti algún día".

Su tono de voz era casual, pero tenía varias emociones que brotaban en su interior y se sentía muy contento.

Para cuando terminaron de comer, ya estaba oscuro. Cheng Nuo recuperó a su bestia mágica con cabeza de buey y caminaron juntos por las calles. Cuando pasaron por una tienda que vendía bestias mágicas de baja calidad, Bai Rui se detuvo y compró dos pájaros mensajeros. Le dio uno de ellos a Cheng Nuo: "Escríbeme si es necesario".

La cara de Bai Rui ardía de vergüenza pero, afortunadamente, la oscuridad de la noche ocultaba su rubor.

Cheng Nuo acarició la pequeña cabeza del pájaro. Era muy dócil y tenía plumas brillantes. Le gustó al instante, así que sonrió y asintió con la cabeza: "Está bien."