— Así que si te encuentras alguna rata por ahí, tranquila.. no te hará nada —dijo la recepcionista de aquel departamento, a mis 24 años de edad era necesario ya empezar a buscar lugar y dejar a mis padres en paz.
Tomé la llave que la mujer me extendía, la miré y subí hacia el piso "10", dónde se encontraba mi departamento.
—Veamos.. -susurraba para mí misma mientras caminaba por aquel largo pasillo. Y es que, en realidad, el edificio parecía bastante antigüo- ¡Si! -di un saltito al encontrar la puerta "5", número de mi habitación.
Más que nada acepté vivir aquí por cuestiones económicas, era bastante barato y con un poco de limpieza se podría arreglar.
Cuando entré, el ambiente parecía bastante acogedor. Había un living (pequeño pero, algo era algo) un comedor/cocina y mi habitación con un pequeño baño dentro.. ¡Oh! Olvidé un pequeño detalle, en la cocina había una ventana.. esa tenía vista a la calle principal.
Me sorprendió ver qué en mi alcoba había un balcón, salí para ver a dónde daba la vista..
Y daba al patio de uno de mis vecinos.
<Genial> Pensé, no podía tener tanta mala suerte.
—Bueno... ¡A desempacar! -frote mis manos, una con otra, cerré la puerta de mi balcón y me dispuse a acomodar todo dentro de aquella habitación de 4×4.
•45 minutos después•
Estaba exhausta, suspiré por quinta vez en la tarde y me dirigí hacia la cocina por un vaso de agua bien fresco.
A pesar de haber ventanas en casi literalmente todo el departamento, el clima sobrepasaba los 25°. Y eso era demasiado calor, mi cuerpo nunca soporta tanto tiempo sin hidratarse.
Tomé de la mesada mi radio, lo conecté a mi teléfono y puse mi canción favorita: "Burn it up" de monsta x. Mi cuerpo comenzó a danzar, inventaba pasos, tarareaba e intentaba pronunciar lo mejor posible en coreano.
De repente, detrás de la ventana de mi cocina resonaron dos tintineos, como cascabeles.
—¿Hola? —baje el volumen a la música y me acercaba a paso lento con una cuchara en la mano como "protección" según yo.
"Cleang, cleang" otra vez.
Abrí bruscamente el cuadrado de cristal y di un paso hacia atrás, cerrando los ojos con fuerza, esperando que algo o alguien me atacara. Pero no fue así, nada paso.. más bien nadie estaba ahí.
No entendía básicamente nada, en mi inocencia pensé que habría sido la campanilla de alguna que otra bicicleta, pero en el fondo también sabía que no era así y que algo extraño estaba detrás.
Podría jurar que se sentía como los lindos tintineos de un hada, pero ¡Vamos! Las hadas no existen.. ¿Verdad?
—¿Un hada? —pensaba, recargada sobre la mesada— o... ¡Quizá un ángel! Esos si existen ¿Cierto?.. bueno, la biblia afirma que los angeles bajaban a la tierra para comunicar ciertas cosas a ciertas personas.. —me sorprendí de mis propias palabras— ¿Y si ese ángel me busca a mi? —cubri mi boca con una mano, mientras que con la mirada examinaba la ventana y su exterior.
ESTÁS LEYENDO
• Á N G E L•
FantasyUna especie muy peculiar habitaba en su alcoba, todas las noches sin falta, Kimmey se encontraba con los pequeños tintineos de, según ella, un ángel muy precioso. -¡Vamos! sal.. -intentaba tomar algo que estaba debajo de su cama- no te haré daño.. ¿...