🏹CAPÍTULO 8🏹

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-¿Cómo debería empezar? -Preguntó mientras pasaba su mano derecha por sus risos alborotándolos, Llevándolos hacia atrás para luego dejarlos caer sobre su frente.

-No lo sé. -Musité llevando mi mano derecha a mi barbilla en pose pensativa.

Y luego recordé, mamá había contado la historia, la primera vez que papá le pareció atractivo fue en la fiesta de las hermanas Grimm. Gemelas, Oriana estudia en Est High y Ornella en North High por problemas de conducta de Oriana (Los cuales, en mi época, aún conserva. Está en la cárcel, tú me dirás) ya que están de punta a punta (relativamente) y su casa está en un punto intermedio hacen (O hacía) una fiesta anual, algo como una tregua entre las comunidades de estudiantes; por lo que la tía Stephanie obligó a mamá esa noche a ir a la jodida fiesta y terminó gustándole papá. <<¡Bravo April! Eres genial>>. Me felicité-. Invítala a la fiesta. La de las Grimm, por lo que sé es mañana.- Miré la fecha en una cartelera que yacía debajo del gran reloj de la heladería, no me había equivocado, soy extraordinaria.

-¿Y aceptará? -Preguntó no muy seguro.

-La convenceré.- Me encogí de hombros.

-Está bien.- Dijo, Yo sonreí.

-Bien, invítala mañana, en el almuerzo.- Aconsejé.

-¿Estás segura de que no voy a terminar con una ensalada de pollo en la cabeza? -Yo reí. Probablemente.

-Que no, pesado. Me iré ahora.- Giré y me di vuela para ir con las chicas y Lucas- Ah. Otra cosa.- Me volví de nuevo para mirarlo-. En el futuro, no digas lo siento si no estás dispuesto a hacer nada para cambiarlo, porque es más bien un "no me importa".- Él asintió algo avergonzado y yo volví a mi sitio. Me senté junto a Mamá y más allá estaba la tía Gema, en frente Stephanie sobre Lucas.

-¿Qué hablabas con Leblanc? -Preguntó Gema.

-Nada, cosas.- Dije sin darle importancia.

-Uh cosas.- Lucas movió las cejas rítmicamente. Mamá no dijo nada, estaba con la cabeza abajo, bebiendo de su batido.

-¿Qué? ¿Él y yo? No. Imposible.-Les dije. Mamá seguía sin decir nada-. No es que sea un tonto. No, creo que lo subestiman pero nunca podría pasar. No es mi tipo ni lo será.- Dejé en claro.

-Lucas no era mi tipo.- Insinuó Stephanie, apretando la mejilla del chico.

-Bueno. Eso no puedo negarlo. Pero si a esas estamos; Luke es menos el tipo de Miranda que mío.- La miré. Ella me miró sin expresión. Volvió su mirada al batido.

-ÉL no me gusta.-Solo dijo eso.

-Vamos, ni a mí. Pero a que es lindo.- Le sonreí ella se encorvó más.

-¡Ajá! -Gema me acusó con un dedo.

-Eso no significa nada. Puedo decir  que eres linda, lo cual es cierto; pero no por eso me gustas ¿O sí? -Ella frunció el ceño.

-Vale. Me has ganado.- Ella volvió a su helado de fresa.

-Entonces ¿No es lindo, Miranda? -Mamá volvió a verme.

-Eso supongo.- Se encogió de hombros.

-Ahí está.No es tan malo. Te ha comprado un licuado y ha llegado aquí muy avergonzado por lo que te hizo.- Le recordé.

-Si. Ya, es un ángel de persona. ¿Podríamos dejar de hablar de Leblanc? Me pone de nervios.-Se expresó con un gruñido.

-¿Por qué te pone de nervios? Es solo un chico.-Pregunté levantando una ceja.

-Ah... No es solo él.- Se escudó con su batido.

-¿Todos los chicos te ponen de nervios? -Pregunté una vez más con la ceja levantada- ¿Es qué Lucas también te pone de nervios, o Giovany?

-Espero que no.- Saltó Stephanie rodeando el cuello del rubio.

-¡No!-Exclamó exasperada.

-Más te vale.- Comentó Gema.

-Entonces no veo razón para que te ponga de los nervios si no te gusta. A menos que eso sea.- Me crucé de brazos. Ella sorbió hasta la última gota de ese batido.

-Es intimidante ¿De acuerdo? -dejó el vaso sobre la mesa. Bajó la mirada mientras revisaba sus uñas, tratando de evadir mi mirada.

-Te apoyo. Aunque yo lo soy más.- repliqué.

-No. De eso no hay duda.- Hizo un mohín. Yo reí. Ella no sabía que yo era la hija de Leblanc; si le hubiera dicho algo como eso me hubiera dicho que estoy loca pero, definitivamente, hubiera llamado a la policía si se me hubiera ocurrido decirle que soy su futura hija CON leblanc. Ahora entiendo por qué el matrimonio no funcionó; no fue un engaño, no fue la economía; fueron las diferencias entre esas dos personas que lograron crear su propia salvación en un intento de estar juntos, sin conseguir la gloria. Un desastre total.

-Vamos a casa. Tengo un montón de tarea que hacer.- Dijo mamá- ¿Te quedas, Gema? -La miró. ella tenía la mirada perdida en la sonrisa encantadora del tío Giovany. A quien yo había cachado varias veces mirándola.

-Sí. Me quedo un rato.- Suspiró mordiendo su labio inferior.

-Dios te ayuda, Gemily.- Mamá dio unas palmaditas en su hombro y se levantó, me levanté con ella y le di espacio para pasar.

Nos dirigimos a la salida pero antes de salir Luke se giró a vernos y dijo.- ¡Adiós, Miranda! Te veo mañana.- Para después guiñarle un ojo. Yo no cabía en mí de mi felicidad. Todo estaba yendo de fábula, muy pronto volvería a casa con mi, algo cambiada, vida.

-¿Y a este que mosco le picó? -Susurró mamá, saliendo junto a mí por la puerta después de solo sonreírle nerviosamente a papá.

-El mosco de la sinceridad y la gentileza.

-Pues, ya era hora.- Dijo. Yo reí.

-¿Si te invitara a salir que dirías? -Pregunté como quien no quiere la cosa.

-Nada. Porque estoy segura de que él no lo haría.- La dejé soñar por un rato. Hasta mañana a la hora del almuerzo.

-Ya. Pero en el remoto caso, hipotéticamente hablando... -Ella miró el pavimento con inexpresivo semblante.

-April. Las personas como él no deberían estar con personas como yo. Por mucho que quisiéramos, lo cual no es nuestro caso. No funcionaría.- Pues sí. Y que lo diga, lo suyo no funcionó.



🏹LA HISTORIA DE MIS PADRES🏹Where stories live. Discover now