🏹CAPÍTULO 6🏹

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Llegamos a la heladería. Ice Crime, ese era el nombre antes de convertirse en el almacén rory's. Ese nombre si que era un crimen.

Estaba abarrotado de gente. Versiones más jóvenes de todo mi vecindario. Haciendo las mismas cosas que, en mi época, les prohíben hacer a sus hijos.

Negué con la cabeza al ver a la tía Yolanda, otra mejor amiga de mamá, sentada en el regazo de su novio, el tío Lucas. Si tan solo el pequeño Lucas Jr. los viera. O su hija mayor, Victoria. Bueno, no es nada que no hicieran ya de mayores, muchas veces vi a Victoria esconder su cara entre sus manos, ocultando su vergüenza ante las demostraciones de afecto de sus pares. Estoy segura de que metería la cabeza en el suelo como avestruz al verlo ahora, juntando sus narices como dos conejitos. La tía Stephanie no solía ser tan romántica pero con el tío Lucas eso cambia totalmente.

Mi madre tosió falsamente al llegar a su lado.

-¡Miranda! -Saltó Stephanie del regazo de Lucas para enrollar sus brazos en el cuello de mi madre-. Pensé que n vendría. -Dijo soltándola. Traía un pequeño traje de animadora, rojo con negro, que lucía genial en ella, muy sexy.

-Nos vimos obligadas, ya que nos gritaste por teléfono. -Dijo mamá. Stephanie rodó los ojos y volvió al regazo de Lucas, sentado en una de las cabinas de la heladería.

-No las grité, solo les di un incentivo.

-A Lucas no le das incentivos. -Espetó Gema.

-Cállate y siéntate. -Apuntó al sillón de en frente. Yo estaba junto a mamá, parada frente a ellos esperando que alguien me notara.

-¿Y tú quién eres? -Preguntó Lucas amablemente.

-Oh, ella es April. Es nueva en el instituto, es nuestra amiga ahora. -Explicó mamá. Les sonreí.

-Bienvenida al grupo, April. -Dijo Stephanie revolviendo el cabello rubio de su novio. Era muy raro ver a un jugador de futbol del Rosewood Est High y a una animadora de los lobos de Rosewood Est High con dos nerds de Hill North High pero ellos se había conocido en un campamento y fue como amistad a primera vista. No dejaron que la rivalidad entre lobos y tigres (Que aún, en mi época, sigue) los separara.

Hubo un silencio de miedo cuando Luke, Yolanda y otro grupo de personas, entre ellos; Los tíos Giovany, Marck y Jackson, entraron al lugar. 

Los movimientos y respiraciones continuaron cuando ellos dieron una mirada como de "¿Qué miras? ¿Te debemos?" a todo el salón.

Yo me felicité a mi misma al tener la maravillosa idea que se me acababa de ocurrir.

Papá se acercó a la barra, y pidió algo al dependiente, algo que no logré escuchar.

-Miranda -La llamé. Ella giró y la tomé del brazo, la alejé de donde estábamos. Caminamos unos pasos hacia la barra sin decir nada y justo cuando papá recibió su pedido, y se giró para ir a su lugar, empujé a mamá contra él haciendo que este derramara todo el contenido de su vaso sobre el suéter rosado con estampado de rombo de mi madre.

-Mierda. ¿Por qué te atravesaste? -Gritó molesto mi padre. Yo fruncí el ceño, mamá aun no asimilaba la información. Todo el mundo dentro de la heladería comenzó a reírse a carcajadas, excepto claro por la mesa del fondo, donde se encontraban los amigos de mamá. Mamá los miró a todos, repasando a cada uno con la mirada, sus gafas se empañaron, sus ojos estaban llorosos y sus mejillas tenían un color escarlata. Se veía como un pequeño cachorro indefenso, bajo la lluvia y sin dueño.

-Oh.-Murmuró papá al verla a los ojos. Dirigió una severa mirada a los que reía y estos se callaron y volvieron a sus asuntos-. Déjame ayudarte.- Le pasó un par de servilletas y mamá las tomó con furia-. Oye. Sólo quería ayudar, no es necesario que actúes así.

-Era mi suéter favorito. -Espetó ella secando el desastre que era ahora su suéter.

-Creo que te hice un favor. Era horrendo. -Papá soltó una risita. Ella se detuvo, una lágrima rodó por sus ruborizadas mejillas.

-Este suéter me lo regaló mi abuela, mi difunta abuela. Lo hizo ella misma. -Papá apretó los labios y miró el piso.

-Lo siento. -¿Por qué siento como si tuviera un Déjà vu? Ah sí.El famoso "Lo siento, no lo siento, porque no haré nada para arreglarlo" de Luke Leblanc. Rodé los ojos.

-Yo siento que eres un idiota. - Mamá tiró las servilletas y salió corriendo al baño. Me crucé de brazos y me acerqué a mi padre.

-Eres un maldito insensible. Deberías pensar lo que dices ¿Sabes? -Le regañé. Él seguía con la mirada abajo y los labios apretados.

-Yo no quería lastimarla...-Dijo. Noté arrepentimiento en su mirada.

-Pues entonces... Cómprale un batido de como y vainilla. Es su favorito. Es lo menos que puedes hacer. -Le dije. Él suspiró y asintió. Se acercó a la barra de nuevo y pidió lo que le había dicho.

Luego de un rato, mamá salió del baño, la mancha no se había ido, era una gigantesca mancha rosa que el batido de banana y fresa había dejado en el suéter de mamá.

-ve.-Empujé a papá. Él caminó hasta la mesa, en cada paso que daba miraba hacia los lados, estaba avergonzado.

-Miranda.- Mamá levantó la vista. Él puso el batido en frente a ella, sobre la mesa-. Es lo menos que puedo hacer por haber arruinado tu suéter. Lo siento mucho.- Vi una leve sonrisa en los labios de mamá. Ajustó sus gafas y miró a mi padre a sus grandes ojos verdes.

-Gracias Luke.

🏹LA HISTORIA DE MIS PADRES🏹Where stories live. Discover now