¿Que Es El Amor?

¿Por qué?

Lamentable la mente del hombre. Miles de años de evolución, y aún así no tenemos otro método de aprendizaje más que cometer errores.

¿Por qué? Tantas veces dijeron no juegues con fuego que te vas a quemar. Pero no, ahí estamos nosotros sin hacerlo, hasta que un día, se te ocurre hacer una travesura para desobedecer. Ahí estamos, jugando con fuego, sin ser consientes de lo que hacemos, nos creemos que podemos hacerlo y nos olvidamos de lo que nos dicen. Nos quemamos.
¿Por qué? Decime, cuántas veces lo dijeron y vos ahí, quemádote. Sin duda lamentable. Acaso, ¿no podemos aprenderlo de otra forma? Al parecer tenían razón todos aquellos que decían solo aprendemos por experiencias propias.
¿Por qué? Decime, ¿Por qué no pude simplemente ser una versión mejor? Tantas veces criticando desde fuera, a todo aquellos que lo hacían. Lamentable. Hasta que un día me quemé. Me quemé y fue uno de los dolores más grandes que sufrí en mi vida. Sin quererlo, sin buscarlo, me quemé.
¿Por qué? ¿No podía acaso, quemarme solo yo? ¿Por qué tuve que quemarte también a ti? Por mi culpa, hice todas aquellas cosas, y mi fuego fue tan grande que te quemé a vos. A vos que ya lo sabías, a vos que no debías quemarte para entenderlo. Te quemé. Ahí supe que quemarme, era entonces el segundo dolor más fuerte. El más fuerte fue quemarte a ti. Sin duda.
¿Por qué? Entonces si debía aprender quemándome, y quizás desgraciadamente a alguien más, ¿Por qué justo a ti? ¿No podía ser otra persona? ¿No pude aprenderlo antes? Ahí aprendí, que de los dolores más grandes es saber vivir, sin poder controlar el tiempo, o el espacio, o siquiera cómo se dan las situaciones.

¿Por qué? Nunca sabré del todo esas respuestas, y sobre todo nunca podré perdonarme del todo. Tengo mala cicatrización. Dolerá mucho tiempo. Quizás un día deje de hacerlo, pero ahí estará, una de las cicatrices más grandes que me pertenecen.

Así como tuvieron razón aquellos pensadores, seguramente también la tengan los que dicen que un hombre no se baña dos veces en las aguas del mismo río. Ni el hombre es el mismo, ni el río lo será.

¿Por qué no pude ser simplemente la versión de mí mismo? Está bien, por lo menos aprendí, ¿No? Pero y si nunca logras perdonarme, estarás con todo tu derecho.

Quiero que sepas que me arrepiento de que hayas tenido que verme crecer como persona por las malas.
Haz tanscurrido ésto conmigo. ¿Por qué fue así?