Verla toda la noche comportarse de esa manera no me importaba. No me importó tampoco verla bailar por la casa mientras entrábamos a su casa. Ni mucho menos me importó saber que me ignoró al día siguiente en la mañana. Ni me importa mucho menos que esté sonriéndole mucho a mi hermano.
─¿Salado o dulce? ─Pregunta Oliver mientras maneja el auto.
Vamos a ir a desayunar y por desgracia nos encontramos con Liam en el camino, y Taylor lo invitó mientras sacaba medio cuerpo del carro por la ventana. ¿Se preocupa por él mientras que a mi me ignora? Ja, estoy muy seguro de que lo hace apropósito.
─Salado ─Respondemos al mismo tiempo Taylor y yo.
─Dulce ─Dice Liam, junto con nosotros.
La observo por el retrovisor, esta volteando por la ventana con una sonrisa sarcástica de lado.
─Imagine que te gustaban las cosas dulces ─Suelta Liam, provoca que muerda mi labio─. Te gustaban los chocolates, los muffins y ni hablar del pastel con helado.
Observo por el retrovisor como Tay voltea a verlo con una sonrisa dulce... Aunque para mi parece diferente a una dulce. Sigo insistiendo que siempre que la veo sonreír no hay nada bueno.
─Lo deje hace un par de años... ─Empieza a hablar ella.
Pero Oliver la interrumpe.
─Ni que lo digas, cuando adelgazó fue porque dejo los dulces... Desde entonces solo come un poco, y solamente aquellos que eran sus extremos favoritos ─Por alguna extraña razón lo menciona muy feliz─. Yo la ayude un poco con ello.
Ahora que lo recuerdo, Tay a veces se la pasaba encerrada en su cuarto sin salir, sabíamos que era cuando estaba triste por su peso. Y eran días, que aunque suene feo, eran días tranquilos para mi, sin que Taylor me persiguiera. Así que supongo que después de que llegara a adelgazar dejó de encerrarse y por eso Oliver esta feliz... Por un lado, porque por otro parece como si la quisiera ahorcar la mayoría de las veces. (Y eso que solo los he visto por un día completo)
Pero como Liam quería algo dulce, decidimos pasar a una crepería donde bueno también tienen tanto dulces como saladas. Para cuando estamos pidiendo Tay y Liam están platicando sobre el cambio de ciudad.
─¿Si pudieron revalidar todas las materias? ─Pregunta Oliver.
La mayoría de las veces al hacer cambios de universidad, sin que sean intercambios, no siempre llegan a revalidar materias, o la mayoría de las veces no todas.
─La mayoría si ─Le respondo─. No me revalidaron un par de segundo semestre y una de tercero, por lo que me atrasaré un poco, pero con que haga verano creo que para quinto semestre ya podré estar a la par.
─Oh, eso esta bien —Acepta Oliver—. Por lo menos le echarás un ojo a Taylor si llegas a tener alguna clase con ella en tus materias de segundo.
En eso ambos volteamos a vernos, cruzamos miradas después de un gran tiempo. Pero me observa un tanto amable, demasiado distinto a las demás veces.
—No necesito a alguien que cuide por mi —Suelta sin más Taylor—. Él es quien verdaderamente necesitará ayuda.
—No te iba a cuidar de todos modos —Le respondo como Niño pequeño, y me arrepiento de eso al instante—. Tampoco necesito que me cuiden.
Escucho reír un poco a Oliver.
—¿Tu edificio es el de negocios verdad? —Pregunta Tay por primera vez, siento con la cabeza—. Estudio ahí. Podría aceptar que serás una gran sensación y las chicas, sobre todo de mi generación, no te soltarán. Mucha suerte con ello.
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La perdiste
Teen FictionLa perdiste idiota -Se lo dije a mi mejor amigo. »¿Y acaso será fácil recuperarla? »¿Es normal querer recuperar a tu acosadora? No creo que sea normal que mi mejor amigo quiera tener de regreso a su acosadora, y más si estamos hablando de mi herma...