Han pasado 3 días desde que se llevó a cabo la cena de compromiso en el reino Cromanoff y desde entonces mis padres ya viven en el reino.
Su nuevo hogar se encuentra ubicado en Hefferline Sklart un exclusiva comunidad que lleva el apellido de la madre de Magnus, el cual entre otras cosas, fue el regalo de bodas del ex rey Magnus V para su esposa.
Por otra parte, Liz ni siquiera a enviado un mensaje de felicitación por mi compromiso o de disculpa por no asistir y al contrario se negó rotundamente a visitarme e incluso a poner un pie en el reino Lacrontte. Así que lo único que pido ahora es que al menos cambie de parecer para asistir a mi matrimonio.
En verdad me duele su actitud pero no puedo hacer nada para que le agrede mi futuro esposo. Una vez lo intenté y lo único que conseguí es que me obligara a prometerle que me alejaría de él.
••••
La mañana de hoy me encuentro en un salón del palacio, esperando a la insolente organizadora de bodas Angelique para ajustar los últimos detalles del gran día.
Magnus se encuentra en una reunión con la comitiva que integra su gabinete, pues al parecer hablar con un montón de hombres ancianos es más importante que planear la ceremonia.
Opte por no poner resistencia a su ausencia y dejarlo marchar con su grupo de trabajo. Son cosas a las que aún debo acostumbrarme y que ahora serán parte de mi rutina diaria.
El carácter de Magnus no se basa en planear eventos románticos. Él es más rígido y cerrado, un punto en el somos totalmente diferentes.
Después de un par de minutos de espera en el salón, veo entrar a Angelique en un vestido rosa grisáceo con grandes joyas adornando su cuello. Luce su cabello suelto mientras contonea de un lado a otro sus caderas.
- Buenos días, señorita Malhore. - Dice con una sonrisa amable que no creo en absoluto.
- Hola, Angelique. - Respondo apática. - ¿Tienes mis flores de cerezo?
- Así es, ya todo está listo para su boda. - Dice sentándose en la silla frente a mí. - Fue difícil encontrarlas debido a que en Lacrontte no hay floristerías.
- ¿Cómo dices? - Pregunto alarmada, con los ojos muy abiertos.
- Así es señorita. Puesto a que al rey no le gustan las flores nadie las vende ni compra por temor a desagradar a su soberano.
Esto es realmente increíble, inaudito. Entonces ¿qué piensan hacer ahora que yo me convierta en su reina? ¿Plantarán un jardín en cada casa para agradarme?
- Por cierto, hay una cosa más que debo informarle. - Dice de repente. - Me tomé el atrevimiento de enviar las invitaciones de su boda a una lista de pares Lacrontte.
- ¿Enviaste las invitaciones de mi matrimonio? - Pregunto molesta.
Pero... ¿quién se cree esta mujer? ¿Cómo se atreve a enviar las invitaciones sin mi autorización? Ni siquiera he visto el diseño para decidir si me gusta o no.
- Así es. - Dice intentando mantener el control de la situación. - Contaba con una lista del personal que asistirá a su boda, solo faltan aquellos a quienes usted quiera invitar.
- ¿Cómo has conseguido tal lista? - Pregunto ante lo revelado.
- Es una lista existente desde hace algún tiempo y pensé que podía volver a utilizarla.
Siento la ira recorrer por mis venas al ver la tranquilidad con la que comenta las decisiones que con tal ligereza a tomado sobre mi boda.
- Angelique. - Pronuncio entre dientes, conteniendo mi furia. - Te pido que antes de dar cualquier paso tengas la delicadeza de informarme.
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Las cadenas del Rey. [Rey 2]
General FictionLa hija de los perfumistas Malhore ahora vive en el palacio, después de ser traicionada por quien creía era el amor de su vida. Siendo prisionera del nuevo Rey Stefan Denavritz, Emily empezará a envolver su corazón en una guerra de sentimientos, cua...