Analett

capitulo 9

Me siento mal, yo no quería que pasar esto pero no me podía resistir el es parte ya de mi, me siento en la cama y observo su cara al dormir, se ve tan tranquilo, parece un ángel sin esa posesividad que lo caracteriza pero así posesivo me gusta, paso una mano por su cara y pelo y el la toma y tira de ella hasta tenerme encima de él y dice:
- Mía, solo mía –
- Tuya solo tuya – le respondo espero que no me oiga –
Me quedo dormida sintiendo su calor. A la mañana siguiente me levanto y todavía estoy en sus brazos así que trato de levantarme sin hacer ruido, para que no se despierte, voy a la ducha para bañarme, tomo una de las toallas que tenía en su armario y tomo una camisa negra con el logo de su club, me doy una ducha relajante y cuando salgo lo veo sentado en su cama y me mira.
- Aun de do estar dormido – se dice y yo me rio –
- Si claro – le digo y me acerco a él – tócame y sabrás que estoy aquí tonto –
Me toca todo el cuerpo lentamente y una corriente me recorre todo el cuerpo y me hace temblar por su culpa.
- Eres tu jodidamente tu – me dice y me acerca el – dame una razón para no follarte aquí mismo - 
- No tengo ninguna razón para negar que me folles aquí -  le digo entre gemidos –
Sus manos me quitan la camisa lentamente y me mira con una mirada de lujuria acerca su boca a mi teta y succiona mi pezón dando me descargas de placer que van hacia mi zona intima y me hace estremecer, sus manos recorren mi cuerpo explorando cada zona con delicadeza, tan lento que es frustrante.
- Ya deja te juegos y follame de una vez  - le digo desesperada por sentirlo en mi –
- No nena tu veras lo que yo sentí estos jodidos días sin ti –  me dice y vuelve a besarme lento mientras su mano baja a mi estomago y me acaricia ahí sin bajar a al lugar qu tanto necesito ser tocada –
El sigue con su juego de seducción que me hace llegar pero a la vez nada de nada me vuelve loca además de decirme cosas que harían a cualquier mujer mojarse y ser las putas cascadas de Niágara con solo air lo que este hombre dice, después de tanta espera su cara llega a mi zona intima y dice:
- Ya estoy aquí nene y es mejor que te aguantes de algo por que no parare de comerte hasta que te corras y grites mi nombre –
Le iba a responder cuando siento su lengua en mi vagina y sus labios en mi clítoris que hizo que mi cuerpo se arquera hacia atrás por las violencia de su asalto cada caricia hacia mi zona intima hacia estragos en mi cuerpo y ya deseaba ser penetrada por el.
- Por favor Travis – le digo a modo de suplica – te quiero dentro –
- Si solo o nene tendrá tu coño solo yo – me dice levantando la vista de mi zona intima y sopla sobre mi clítoris y hace que me sobresalte y gima –
Me besa y me mira a los ojos y veo como acerca si erección a mí y me penetra y me siento llena de él y lo siento más cerca de mi.
- Me sientes nena – me dice – sientes como te lleno –
- Si – le digo entre gemidos –
Así estuvimos toda la mañana haciendo el amor y parte de la tarde. Pero tenía que decirle la verdad ya que si seguía con el el la debería saber.
- Travis – le digo tocándolo – necesito decirte por el motivo que vine -  
- Dímelo ya – dice el –
- Yo mi fui de mi cuidad no porque quería una vida nueva no sino porque tenía  un acosador, lo peor de todo que era con el club rival, yo podría luchar con uñas y dientes pero  había amenazado a mi hermana pequeña y eso no lo iba a permitir además de que mi padre está furioso ya que el que me acosa es el responsable de la muerta de mi madre y parece que es un asunto personal, mi padre me dijo que me fuera para evitar más problemas aun que yo me quería quedar para defender a mi familia, la última vez que lo vi le dispare y se fue herido de vuelta a su club – le digo y el me mira molesto –
- Dime el nombre de hijo de puta ese ahora – me dice furioso –
- ¿Para qué?- le pregunto –
- Para matarlo que mas – me dice el molesto – el será hombre muerto si se acerca mi mujer –
- ¿tu mujer? ¿estás seguro de lo que dices? – le pregunto –
- ¿quieres que te lo vuelva a demostrar? – me dice con una sonrisa de lujuria –
- No creo que sea lo correcto – le digo tratando de alejarme de él –
- Creo que estas equivocada es el momento perfecto –me dice él y me toma de la cintura y me besa y me pierdo otra vez en sus besos –