CAPÍTULO I

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Sean bienvenidos a esta historia que ocupa las cartas y líderes de Shadowverse que se encaminan para una nueva aventura, primero unas explicaciones, solo he jugado Shadowverse, y las cartas que vienen de Rage of Bahamut, GranBlue y demás pues no puedo reconocerlas así que los ocuparé pues son la únicas que ya tienen nombre propio así que no se enojen si el personaje no actúa como debería porque yo no conozco las personalidades que los caracterizan, tómenlo como un AU si lo desean, otra cosa, en lo que a mí respecta el reino y la princesa a los que sirve Erika no tienen nombre, en la página oficial de Shadowverse en Español la última vez que revise el reino dice llamarse Alester pero dudo que sea canon, si es canon díganmelo y lo incluiré, y si la princesa tiene nombre también avísenme pues ahora tiene un nombre provisional pero si tiene un nombre oficial lo cambiaré, en la versión en español e inglés nunca he visto su nombre pero es posible que tenga uno en la versión japonesa, así que necesito que alguien me lo diga, es todo sigan por favor:

CAPÍTULO I: TRIBULACIÓN EN EL HORIZONTE

La tenue luz del sol matutino se filtra por en medio de las gruesas cortinas, una estancia amplia lentamente se llena de luz llegando hasta el terso y juvenil rostro de la hermosa doncella que descansaba en una cama con dosel, el ligero calor la despierta paulatinamente, cuando sus ojos color de gemas amatistas se abren la chica se levanta de su cama, usaba un camisón color crema de preciosos relieves en sus bordes, sus gráciles piernas se deslizaron por el borde de la cama, su lecho era lujoso, una cobija de algodón egipcio, sábanas de seda, almohadas de plumón de ganso, si, su vida era envidiable, llena de comodidades y también obligaciones pues ella sacrificó y luchó mucho para conseguir lo que tenía aunque todavía guardaba anhelos en su corazón, se pone de pie y sacude su cabello de un negro azabache, su corte bajo casi le llegaba a los hombros y con un cerquillo al frente lucía encantadora.

—Ya casi es hora— dice al limpiarse los ojos y dirigirse al cuarto de baño, al pasar la elegante puerta de ébano había finas láminas de mármol que recubrían el lugar, retrete, lavabo y tina de porcelana blanca daban más elegancia, abre la llave de agua caliente y la fría y deja que se llene la bañera, se aproxima a los estantes y obtiene de ellos una esponja de baño, un jabón espumoso con olor a jazmín, aceite de lavanda y un tarro de miel, echó los ingredientes en la bañera, se despoja de la tela que cubría su pudor, su piel blanquecina queda expuesta al aire frío de la mañana, en su busto moderado un par de pezones se endurecen ante el cambio de temperatura, deja el camisón en la encimera del lavabo, su fina cintura en conjunto con sus caderas se menean como péndulo mientras hace su camino a las burbujas, cierra la llave, estira sus tonificadas piernas para meterse en el perfumado baño, al estar dentro aspira los relajantes aromas, una refrescante sensación recorre todo su cuerpo, su piel se unta con las especias humedeciendo y suavizando la dermis, se asea con la esponja moviéndola con suavidad por su cuerpo.

Al salir de su baño fue al armario donde su vestuario la esperaba, un vestido de sirvienta de mangas largas con placas de acero dispuestas anatómicamente en medio de las costuras para mayor movilidad, además de adornos en oro y plata, todo el conjunto era negro excepto en el abdomen donde era blanco y se acentuaban los músculos que poseía gracias a las placas, el volante en la parte delantera es corto por sobre las rodillas a la mitad del muslo, en la parte de atrás es largo hasta llegar a los tobillos, se pone unas botas altas por sobre las rodillas, se coloca su delantal y se lo amarra con un lazo en la espalda, se pone hombreras metálicas y guantes de acero que le recubren todo el antebrazo, toma su cinto y lo amarra a sus caderas y ubica ahí sus dos katanas, estaba lista para sus quehaceres, servir y proteger a la princesa de su reino.

—Bien, debo ir a despertarla— se dice así misma con una sonrisa frente al espejo tras acicalarse el cabello.

Erika es el nombre de esta joven mujer y ser la doncella y guardiana personal de la princesa es su labor, vive y respira por la princesa, es su espada y escudo, servirle es su único propósito.

HERALDOS DE LA PERDICIÓN Where stories live. Discover now