Capítulo 2

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— G-Gabriel.


Aziraphale volteó para obtener una vista completa del arcángel. Recordaba su regla ahora más que nunca, jamás despegar su vista de un Alfa, no siendo él un Omega.


— ¿Y bien? — su voz poco regulada se debatía entre el enojo y la frialdad—. ¿Esperabas a otra persona?


Algo en el interior de Aziraphale le decía que Gabriel no había ido a visitarlo, mucho menos para pedirle un informe.


— Solo a un amigo... — lo dijo casi como un susurro.


— Basta de mentiras, Aziraphale.


Con la mirada Gabriel hizo que el ángel más joven cerrara la boca, si Aziraphale seguía tratando de proteger a ese demonio con mentiras no propias de un ángel, sería capaz de enviarlo de regreso al Cielo para que fuese nuevamente 'adoctrinado'. No se había unido a él por respeto a su antigua pareja, pero no sería capaz de dejar que cayera, no por un demonio con dudosas intenciones.


— Anthony J. Crowley. Demonio llamado Crawley, ahora se hace llamar Crowley... — empezó manteniendo aún su postura dominante—. ¿Qué relación tienes con él?


— Yo...


— No te atrevas a decir más mentiras.


No contestó.


No con el aroma de Gabriel haciéndose cada vez más fuerte, obligándole a soltar toda la verdad, y él sabía que, si lo hacía, Crowley tendría muchos problemas.


— Lo haré más fácil para ti, Aziraphale.


Gabriel dio varios pasos hacia Aziraphale con intención de intimidarlo, cosa que consiguió pues el más bajo retrocedió inconscientemente, su Omega sabía quién estaba buscando dominarle. Nada más y nada menos que el Alfa por el que Dios lo había creado.


Tragó con dificultad, su cuerpo comenzaba a sentir los efectos de no cumplir el mandato de su superior. Cuando menos lo esperó Gabriel lo había acorralado contra uno de los estantes y pasaba su nariz cerca de su hombro.


— Gabr... — trató de decir, pero fue interrumpido por un profundo gruñido.


— ¿Qué siente ese demonio por ti? ¿Es real?


La cercanía de Gabriel lo estaba poniendo sudoroso y nervioso, débil y expuesto a un Alfa que podría marcarlo en cualquier momento.


— Yo... No sé — sin mentir respondió.


— Está jugando contigo — el veneno con el que soltó esas palabras, molestaron al rubio.


— Crowley jamás haría eso... Él...


— Lo defiendes — los ojos contrarios chocaron con los suyos, parecía que brillaban, seguramente de furia—. ¿Y tú, qué sientes por él?

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⏰ Last updated: Nov 15, 2019 ⏰

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La protección de un AlfaWhere stories live. Discover now