Como castigo por cometer suicidio, quedó vagando en la Tierra, sin rumbo fijo.
Sin saber siquiera que ha muerto, viaja iracundo y melancólico por ciertos lugares en Rusia, aunque suele ser visto en el Lago Onega.
Siempre está ahí, recordando su juventud y adultez, cuando con su esposa e hijo llegaban y admiraban el bello lugar.
¿Por qué?
¿Por qué no recuerdo nada?
¿Por qué nadie me puede ver?
¿Por qué no estoy con mi familia?