Capítulo 1- Susurros
-Candie.... Candie... ¡CANDIE!
-El desayuno está listo, levántate ya.
Resultaba extraño pensar que mis últimas mañanas en el orfanato siempre empezaban de la misma manera: sueño raro, interrupción de mi descanso de una forma injustamente ruidosa y ah, alguna pelea que venía luego de unos tres minutos de tranquilidad después de levantarme de la cama.
Me llamo Candie, aunque todos me llaman Candy, como la mayoría de los chicos de mi ciudad natal fui llevada al único orfanato en el que siempre había vacantes: "La igualdad", luego de perder a mi padre en los estragos de la guerra dejándome solo un hermano mayor, Thiago, al que conocía menos que a mi madre ya que había sido reclutado por sus "grandes capacidades" y a Donato, "Doni", un labrador dorado que ajustaba 12 años de una miserable vida.
-¿No escuchas? ¡El desayuno está listo! Baja ya o Alessia nos dará un sermón por horas.
- Ya voy Cameron- Fue lo único que logre articular mientras trataba de poner ambos pies en el suelo.
Esa era una de las cosas que no me gustaba sobre Cameron, siempre lo tenía todo tan... ¿calculado? La hora de levantarse, la ropa que se pondría, no, pensándolo mejor tal vez justamente era eso lo que nos permitía ser amigas, con una amiga exactamente igual a mi seguramente me habría encontrado en un reformatorio, o peor, con mi hermano.
-¡¡Que bajes ya!! Alessia nos va a decapitar a las dos si no estamos en el comedor en exactamente ¡70 segundos!- Gritó histéricamente mirando su reloj de pulsera
-Allard!- Escuche en el pasillo a gritos. Aquí venía mi pelea matutina.
-Esto es todo... me harte... sencillamente no puedo, no tengo idea de porque la anterior cuidadora permitió que esa bestia se quedará acá, yo sencillamente no lo entiendo, no encuentro ninguna razón medianamente válida para que ese vejestorio continúe, no entretiene a los niños, no vigila el lugar, simplemente inútil, hoy mismo me voy a encargar de él – Dijo mostrandome una bolsa llena de lo que parecían libros destrozados por Doni.
Cameron y yo nos miramos, sabía que era inútil pelear. Más tarde se me ocurriría algo acerca del asunto. Decidimos evadir el desayuno y caminar a la escuela para evitar a Alessia en el bus.
Andamos con precaución por la calle ya que era peligrosa por las ruinas, y nos dirigimos al único colegio para alumnos de bachillerato abierto, bueno de echo solo habían dos colegios en pie en toda la ciudad, primaria y bachillerato, ¡una gran oportunidad de conocer personas!
-¿Escuchaste eso?- Pregunté distraídamente mientras me concentraba en tratar de oír mejor
-¿Qué cosa?-
-Olvídalo... era el viento- Últimamente solo trataba de ignorar los susurros que escuchaba cada vez más a menudo y que me hacían parecer loca cada vez que preguntaba a otros sobre ellos.
-Oye... ¿Has vuelto a hablar con tu hermano?-Preguntó de repente cuándo nos encontrábamos a más de la mitad de camino, eso iba mal no mencionamos a Thiago a no ser de que fuera estrictamente necesario
-No –Respondí tras meditar un poco-Debe estar con sus amigos los fenómenos ya sabes...
-Sabes que no me gusta insistir con esto pero...- Lo sabía, ahí venia de nuevo la charla sobre lo hermoso de la hermandad.
-Cameron...-
-De verdad... ¡escúchame! Estoy segura que ayer parecía preocupado cuando noto que no te encontrabas conmigo en la mesa...
-Cameron....
-¡De verdad! ... los vínculos de sangre son para siempre... por ejemplo míranos a Charlotte y a mi ¡que sea una bruja no significa que no me preocupe por ella!
-No quiero discutir sobre esto otra vez... hace doce años que no tengo una conversación decente con Thiago ni siquiera recuerdo alguna vez haber tenido una conversación. Es mi hermano porque aparece en los registros y me encantaría que estuviera en duda, eso es todo.
Cameron se dio por vencida mientras yo celebraba mi victoria, ese era uno de los pocos temas en los que me resultaba fácil ganarle ya que yo tenía muchos más argumentos sobre razones para ignorar a Thiago comparados con los que ella tenía a favor de acercarme que consistían en su mayoría por la frase "lazos de sangre".
La brisa se encontraba casi inaudible, no me consideraba una persona agüerista pero eso nunca me había dado buena espina. Algo estaba pasando, lo sabía.
-¿Sucede algo Candy?
-Adelántate al colegio...– Dije tratando de sonar natural
-¿Estás segura? Te meterás en más problemas...
-Si... creo que trataré de correr un poco alrededor antes de clase, tenemos tiempo de sobra - Sabía que el mencionar la palabra correr era suficiente para que Cameron perdiera interés y siguiera caminando.
-Está bien- dijo ya más convencida, sabía que cuando se trataba de correr era un caso perdido.
El camino estaba sucio y había un olor desagradable que no me dejaba pensar bien, camine un par de cuadras intentando escuchar algo, ¡cualquier cosa! El viento seguía susurrando, pero no era lo que buscaba, lo sabía había algo más... algo que no me iba a dejar abandonar el lugar con tranquilidad.
-Quieta idiota-Dijo una voz detrás de mí -
Gire inmediatamente y vi la imagen de un joven de la edad de mi hermano, cabello oscuro y ojos color miel ¿Acaso era...?
-No te muevas engendro-
Sin duda era el Fenómeno mayor .

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Dones
Teen FictionCandie Allard perdió a su padre, a su hermano y a su vieja vida teniendo que empezar desde zero en lo que queda de la guerra. Liam Dust ha entrenado toda su vida para ser el líder, el enterarse que todo por lo que ha luchado es una mentira y el no...