Pillowtalk | Starker

IX

IX. Problemas.

Tomó la mano de Peter inmediatamente antes de que pudiera salir de la cama.

—Peter, por favor —pidió, los ojos chocolates del chico lo miraron con frialdad—. Sabes que no puedo-

Peter se safó de su agarre y se puso de pie.

—Siempre dices lo mismo —el chico reprochó—. Estoy enojado de que siempre me mientas. Siempre está ella en medio de nosotros y nunca haces nada. Estoy harto.

Tony observó como Peter se ponía la ropa sintiéndose impotente.

—No puedo decir nada —dijo—, Hammer la volvió parte de la empresa. Por más que quiera, no puedo negarme a las peticiones de ella.

Peter lo miró, Tony se arrepintió de haber dicho lo anterior.

—¿Y qué si ella te pide que folles con ella? ¿Lo harías? No eres tonto, sabes como te mira y te gusta, ¿no es así?

Tony negó y se puso de pie también, aún desnudo por su anterior actividad.

—Sabes que no lo haría, te amo, Peter. Jamás te haría algo así, por favor creeme.

Peter suspiró y se alejó cuando trató de acercarse.

—Tengo que pensarlo —murmuró—. No estoy seguro de que esto deba seguir funcionando si no la sacas a ella del medio. No es ninguna amenaza o berrinche, estoy hablando en serio. Date cuenta de que solo está divirtiéndose y tú eres su juguete, cuando menos lo esperes se va a aprovechar de ello.

Tony intentó decir algo, en serio lo intentó pero no pudo. En el fondo sabía que Peter tenía razón y eso le molestaba un poco. Las verdades dichas a la cara siempre dolían.

—¿Estás seguro?

Peter lo miró con frialdad.

Tony temió perderlo por primera vez.

—Mañana mismo te tengo una respuesta.

No intentó detenerlo más, Peter salió de su habitación y segundos después lo escuchó cerrar la puerta de la mansión con fuerza.

Solo esperaba que las cosas no salieran tan mal.