LOVE POTION ✧ sayomoca

᭝ THREE : esa chica...

Mientras que Lisa estaba haciendo una orden en un lugar de comida rápida, Sayo seguía escondiendo su cara mientras tenía su crisis amorosa del día mientras la esperaba. Ella misma la había llamado para que se reunieran ahí ya que quería preguntarle algunas cosas relacionadas al tema, y nunca era un mal momento para calmarse mientras comía una que otra papa frita.

—¡Ya volví!— sonrió mientras llevaba una bandeja con los pedidos, sentándose en el otro banco que había.

—Gracias.— tomó justamente el paquete de papas que había pedido.— Imai-san, quería preguntarte algo...

—¿Qué pasa? últimamente estas más distraída.

—¿Eres amiga de Aoba-san, cierto?

—Lo soy.— mostró una sonrisa gatuna como solía hacer habitualmente tras dar una suave risa.— ¿por qué la pregunta?

En sus ojos casi grises se notaba la picardía de su pregunta, Sayo podía sentir sus manos temblar mientras comía y como su sonrojo se expandia a toda su cara, esperaba no arrepentirse de esto en el futuro.

—Yo solo... Quiero saber más de ella.

—¡Ah~! ¡sabía que ustedes dos tenían algo!— la guitarrista no podía sentir más vergüenza en el momento, tomó un sorbo de su bebida para callar cualquier palabra que podía salir de sus nerviosos labios.— se nota en sus ojos.

Sayo se ahogó con lo que estaba tomando y Lisa tuvo que ayudarla.

—¿E-es tan obvio? Pensé que nadie se daba cuenta cuando lo hacía...

—¡Era broma, tonta!— volvió a reír mientras veía a la contraria suspirar notoriamente alterada; Lisa comió algo de lo que había comprado para ella, tomándose el tiempo de observar a Sayo.

Sus ojos verdes tenían un suave brillo que reflejaba su timidez en cuanto a lo que hablaban, su cara seguía de un carmesí bastante claro y sus manos aún se movían frenéticamente. La menor cambió de posición al ver el pudor que era visible a kilómetros, sintiendo compasión por los nervios que observaba.

—Ya veo.— tomó un segundo de silencio, haciendo que llevará la mirada a ella.— pues si te ayuda de algo, hoy vamos a estar trabajando más tarde, ¡deberías hablarle!

—No creo poder...— tomó un tragó de su bebida de nuevo.

—Vamos, estoy segura de que ella también quiere que lo hagas.~

Simplemente permaneció en silencio mientras seguía comiendo, dejando esas palabras grabadas en su mente.

[...]

—Yo... Quería preguntarte sí...— ensayaba Sayo frente al espejo que estaba en el baño mientras acomodaba su pelo con nervios notorios.— no, quería hablarte y... Diablos, ¡no!— exponía mientras llevaba las manos a su cabeza.

—Yo también quería hablarte.~— entró Hina haciendo una mala imitación de Moca, mientras que el sonrojo de Sayo se expandia por toda su cara.— oh Sayo, te amo.~

—¡Fuera!— gritó con clara vergüenza empujando a su hermana, que solo reía estúpidamente.

—¡Lo siento, lo siento!— continuó sonriendo, haciendo que la mayor soltará un gruñido.— tranquila, onee-chan, ¡lo harás bien!

Sayo no estaba segura sobre ello, pero prefería no decir nada por ahora; iba a pasar dentro de una hora para ir a hablar con Moca y aún sentía un nudo en su garganta que le hacía imposible soltar una palabra.

Seguramente se quedaría toda esa hora buscando en sus libros algún hechizo para calmar los nervios, aunque sabía que eso no existía por el momento.