capítulo 3

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—Y de ese modo el león se enamoro de la oveja...—murmuró. Desvíe la vista para ocultar mis ojos, mientras me estremecía al oírle pronunciar esas palabras.

—¡Que oveja tan estúpida!—musité.

¡Que león tan morboso y masoquista!

—¡Que belleza!—gritamos emocionadas.

Supongo que se preguntaran que esta pasando.

Deja y te explico.

30 minutos antes.

Yo. Tirada en mi cama, sintiendo dolor en todo mi cuerpo. Un dolor satisfactorio y dulce.

Y como se lo sucia que tienen su mente. No. No tuve sexo salvaje anoche.

La causa del dolor en mis extremidades, es la siguiente:

Esta mañana me desperté con ganas de ejercitar mi cuerpo. Tengo para contarles que no soy una chica fit, esas ganas solo me asaltan una vez al mes.

Por lo que decidí buscar en youtube un cardio  bien potente, y me encuentro con gym virtual.  Decidí escoger uno que  decía: cardio hit 10 minutos.

Y sí, creí que por ser tan corto estaría súper fácil hacerlo.

¿Recuerdan el anuncio de doritos? El que decía: Tres doritos después y tu hacías un desmadre a lo salvaje.

Lo mio fue diferente. Diez minutos después, me estaba muriendo.

Aun no comprendo como esa mujer puede terminar muy sonriente, y toda espléndida,  mientras que yo parecía, como si me hubieran perseguido seis perros con rabia, y después de eso hubiera sido atropellada por un camión.

Con el dolor de mi alma me puse de pie y tomé mi cuaderno de nunca debo olvidar que...,  y escribí lo siguiente:

Nunca debo olvidar  que, cualquier cardio que lleve la palabra hit, es perjudicial para mí.

Y esa es la razón por la que me encuentro medio muerta en mi cama.

I'm a Barbie girl in the Barbie world
Life in plastic, it's fantastic
You can brush my hair, undress me everywhere
Imagination, life is your creation El sonido de mi teléfono me saca de mi ensoñación.

Respiro  profundamente. Luz ya volvió a cambiar el ringtone de mi teléfono.

—Dime—respondo con pesadez.

—Hey Luz. Buenas tardes, ¿como estás?

—Luz ve al grano— murmuro.

—Que pesada eres— responde.

—Luz, si no me dices que se te ofrece, juro que te voy a colgar —digo con enojo.

—No pagues en mí tu mal humor mujer. Te llamo porque estoy en frente de tu casa, así que mueve tu trasero y abreme.

—¿Que demonios?

Y antes de que pueda replicar cuelga el teléfono.

Bajo las escaleras con pesadez, y de vez en cuando suelto un gemido debido al dolor que me provoca en las piernas la presión que ejerzo cada vez que bajo  un escalón.

Yo Seré Tu Musa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora