Me despierto sobresaltada debido a la maravillosa pesadilla que tuve anoche.
Eso me pasa por acostarme a las 4:00 am viendo The Walking Dead.
Soñar que eres perseguida por cientos de caminantes, no es nada grato.
Tomo mi teléfono, el cual se encuentra sobre la mesita de noche, y lo desbloqueo.
12:30 am
24 de julio.
—Mierda...he dormido demasiado—digo, soltando un bostezo.
Bloqueo el teléfono y lo acomodo nuevamente en su lugar.
En un instante el entendimiento me golpea.
—¡JODER!—salto de mi cama corriendo— ¡Hoy tengo que entregar un trabajo!
Corro de aquí para allá., desesperada.
Si. No soy una vaga.
Trabajo en una editorial bastante reconocida.
Me encargo de las portadas de los libros, y debo admitir que soy muy buena.Hace un mes exigí que se me permitiera trabajar desde casa, ya que me es más factible debido al confort que me rodea a la hora de trabajar aquí.
Siempre diré que trabajar en un área de diseño, es algo muy tedioso. Por eso es necesario tener la debida tranquilidad; la cual no se me proporcionaba cuando trabajaba en mi oficina.
Es horroroso tener al cliente llamando cada cinco minutos, para saber la evolución del trabajo.
Es jodidamente molesto.
Y, ya volviendo a mi situación actual.
Tan solo me quedaban 30 minutos para prepararme y llegar a la editorial. Lo peor de todo es que no tengo auto, y eso indica que... Llegare tarde.
Rápidamente enciendo la computadora, y busco mi memoria USB.
Envió el diseño al correo de la editorial, al mio y lo guardo en la USB.
Hay que ser precavido.
Corro como loca al baño. Y recordando lo torpe que puedo ser... Casi me rompo la cabeza, al intentar sacarme los pantalones.
Me doy una ducha a lo rápido y furioso— literal. Me he estrujado la esponja con tanta fuerza, que ni se imaginan —. Al terminar, salgo corriendo del baño. Me pongo la primera cosa decente que encuentro, lo cual consiste: en una falda de vuelos negra, la cual me queda tres dedos encima de la rodilla, la acompaño con una camisa verde acua y unos botines de color negro, con taco grueso.
Lo peor de todo es lidiar con mi cabello.
Mi cabello es....algo especial. Es de un rizo espeso y súper abundante
*Fotografía del pelo de Yesse*
Para no perder tiempo, me decido a dejarlo suelto.
Tomo mi bolso con todo lo que necesito, y me precipito escaleras abajo.
Entró a la cocina, me tomo un vaso de agua, agarro un paquete de galletas de avena, mientras pido un Uber, ya que si tomo el autobús, se que no llegare a tiempo.
Después ubicar ambas direcciones, y hacer todo lo necesario espero a que llegue.
Reviso la pantalla de mi celular, cuando veo que ya esta cerca, salgo y cierro la puerta.
Siempre había deseado que esto me pasara.
Un Pedazo de auto se estaciona frente a mi casa.
Por lo que puedo percibir, y si mi escaso conocimiento sobre autos no me falla. El animal que esta estacionado, es un BMW M3 negro con lo vidrios polarizados.
Me dirijo al coche, y me posiciono en la parte trasera de este, ya que no es muy de mi gusto sentarme en el lado del copiloto, cuando no conozco a la persona.
—Buenas tardes— saluda el chofer, cuando ya estoy dentro.
—Buenas tardes—respondo, con amabilidad, mientras examino el interior del coche.
El auto se pone en marcha, y yo también. Saco algo de maquillaje de mi bolso, y empiezo con la tarea de hacer algo por mis ojeras, debido a mi larga noche en vela.
Pero no me arrepiento. Estuve hablando hasta tarde con aquel chico de Tinder. Eran las 1:00 de la madrugada, cuando nos despedimos y de ahí en adelante me quede viendo mi serie de muertos vivientes.
Él es muy interesante. Lo extraño es que su perfil no posee una sola foto suya.
Es difícil imaginarlo.Dejó de vagar en mis pensamientos y termino colocando algo de rímel en mis pestañas, para así terminar la tediosa tarea de maquillarme.
Minutos después, nos encontramos frente a la editorial.
—Muchas gracias —digo, a modo de despedida, para después salir.
Sin esperar respuesta, cierro la puerta, y cuando estoy a punto de subir las escaleras, escucho el llamado del conductor.
—¡Hey!—grita, en mi dirección— ¡se te quedó esto!
Me doy la vuelta y abro mis ojos como platos al ver mi libreta de dibujos en su mano.
Corro hacia el auto, y me inclino un poco por la ventana del copiloto, para quedar a la vista del conductor.
—Gracias...—digo, en un susurro, cuando me pierdo en el par de ojos grises que me observan con detenimiento.
Antes no me había percatado de ello. Pero debo admitir que es bastante guapo.
Me quedo embobada con ellos, y no se cuanto tiempo he estado observándolo, hasta que escucho la voz de una de mis compañeras.
—¡Yesse muevete! ¡El jefe te esta esperando!
Y es ahí cuando la vergüenza tiñe mi rostro en un fuerte sonrojo, que a pesar de no poseer una piel clara, se que él lo ha notado, ya que su mirada divertida me lo confirma.
—Disculpa—susurro, tan bajo que temo, no haya podido escucharme.
—No hay problema — responde, para luego dedicarme una sonrisa, la cual me deja embobada.
—Adiós — digo, apartándome del coche, antes de que siga babeando sobre él.
Cuando ya voy bastante lejos. Escucho algo que provoca un escalofrío en mi cuerpo.
—Hasta pronto, mi dulce lectora.
Mi corazón empieza a latir de forma inhumana.
Lentamente me doy la vuelta, y lo que veo hace que mis piernas fallen.
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MORIIIII!!!
Espero les haya gustado.
Voten y comenten ♥♥♥
Me encantaría saber lo que piensan sobre cada capítulo.
Eso anima bastante.
Me despido.
Besos y abrazos ♥♥
Att:Yoperg.
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Yo Seré Tu Musa.
Teen FictionSi hace un mes alguien me hubiera dicho que seis letras lograrían cambiar mis días, y que por ellas podría conocer al amor de mi vida. Le hubiera dicho que estaba loco. Pero ya saben, la vida nos da sorpresas que muchas veces no estamos esperando...