Único.

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Su pecho subía y bajaba, habían corrido un maratón casi al perseguir a Hawkmoth, quizá no estaban siendo sensatos o se estaban poniendo en total riesgo ante alguien como se villano, pero sabían que era su deber proteger París de todo mal que se les pusiera enfrente.

Saltaban con sigilo atravesando los tejados siguiendo su paso por cada sitio que daba, parecía tener prisa por llegar a donde sea que se dirigía.

—Por allá. —señaló la chica al norte.—Ya casi lo tenemos, esta vez está en nuestras manos.—Celebró casi saboreando la Victoria.

—Esto va a ser maravilloso.—Respondió él agregándole su propio estilo de hablar a la última parte. 

No entendían por qué justo ahora se había decidido por salir, atacarlos, para luego irse sin más al ver el estado en que estaba Mayura ¿Qué sentido tenía eso?, por ello decidieron seguirlo, estaban convencidos de que así conocerían la relación de ese par y así lo podrían usar a su favor para derrotarlos.

Pronto vieron como Hawkmoth ingresaba por un condominio, que para Chat Noir, era demasiado conocido y eso le empezaba a hacer mella en la cabeza, logrando que pasara saliva al verlo ingresar por la parte trasera de su hogar.

—La mansión Agreste.—dedujo la catarina.—¡Chat!, él ha entrado a la mansión,  Adrien está en peligro. 

—No hay de qué preocuparnos.—Fue lo único que salió de sus labios avanzando con cautela.—Confía en lo que te digo.

Ladybug frunció en descontento su nariz pero no replicó, sólo se dedicó a seguir los pasos de su compañero, quien parecía estar muy calmado ante la situación. Pero Ladybug no podía estar más equivocada ya que en el interior, Chat estaba que moría de nervios ante la sola idea que se estaba formando en su mente.

En el pasado ya habían teorizado sobre la posibilidad de que su padre tuviera que ver con la identidad del villano, claro, eso quedó en el olvido para la heroína cuando el ataque de coleccionista sucedió.

—Estás de acuerdo que algo raro está pasando aquí, ¿Verdad?

Chat Noir no contestó, buscando la forma de no ser visto pues escalaba con cuidado hasta posicionarse en la cópula trasera de la gran mansión por donde había visto entrar a Hawkmoth. 

—Hay que entrar, Adrien puede estar en peligro.—volvió a mencionar Ladybug.—¿Chat? ¿Qué estás haciendo?

Sin embargo el felino no contestó y solo se acercaba un poco más a la ventana para ver o escuchar mejor lo que allá dentro, así que Ladybug decidió seguirle.

La verdad era que él no se había quedado demasiado tranquilo desde aquella vez, muy en el fondo las señales le seguían haciendo mella en la cabeza, se preguntaba por qué su padre parecía desaparecer de la nada cuando un akuma estaba presente, por que no dedicaba tiempo a estar a su lado aunque sea para compartir la merienda, por qué esa fijación con los adornos de Mariposa que comenzó a notar en su casa, por que Nathalie y él parecían aún más cercanos cuando antes su relación era meramente profesional

—Intentó comprobar algo. Guarda silencio por favor my lady.—mencionó llevando su mano a los labios.

Observaba cada movimiento del villano, el cual daba vueltas de un lado a otro, como si estuviera hablando solo. Estaba algo oscuro pero gracias a la luz que se filtraba por los mosaicos del lugar podían visualizar todo lo que ahí pasaba.

—El plan se nos está saliendo de las manos.—Pronunció de pronto Hawkmoth. —No podemos seguir así, Nathalie.

《¿Nathalie?》 Pensaron ambos héroes asombrados de que llamara así a Mayura, quien se encontraba a su lado y que hasta ahora no habían reparado de su presencia.

Identidad descubierta [Os MLB]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora