Capítulo 12

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—¿¡Tú que haces aquí!?

Aioria estaba hospedado en un pequeño hotel a media hora del aeropuerto, Shaka lo había llevado ahí para que sea atendido mientras se curaba; donde los dueños eran una pareja de tercera edad que cuidaron del León.

Milo lo miraba con el mismo desagrado  —No puedo creer que tenga que ser tu niñera.

—Yo no necesito que me cuides.

—Yo no vine aquí con ganas te diré —parecía que los dos estaban por agarrarse a golpes —Pero debo cumplir la orden del santuario.

—Estoy bien, yo solo me puedo cuidar.

—¡Escúchame pedazo de trozo mal hecho! Por culpa de tus heridas no te dejan regresar al santuario, eso quiere decir que hasta que tus mugrosas heridas sanen yo debo protegerte.

Más que cualquier insulto que le pidiera a ver dicho lo que le molestó fue <<Protegerte>> —¿¡Protegerme!? ¡Ni lo creas bichejo!.

—¡Te dije que es una orden del santuario! ¿¡Crees que yo haría esto por ti!?.

Estaban por pelear pero los interrumpió la señora dueña del hotel —Perdonad podrían bajar un poco el volumen, es que los inquilinos duermen.

Ambos se disculparon —¡Haré guardia afuera! Tu duermete gatita.

Aioria le lanzo la puerta —¡Gatita! Mal parido, te daré gatita...— agarro sus costillas que a un le dolían, camino hasta su cama para echarse.

Aunque parecía la noche tranquila de la nada apareció un contrincante él cual sintió también Aioria  y a un débil fue hacia la batalla que Milo libraba, cuando llego Milo ya había acabado la batalla estaba totalmente ileso en un campo de batalla (un pequeño bosque, que quedó destrozado con los ataques).

—Tu deberías estar en cama... —dijo sin mirarlo mientras estaba sentado en una grandes rocas.

—Vine a ver si necesitabas mi ayuda.

Milo estaba por burlarse se dio la vuelta para comenzar pero al ver los ojos de Aioria se dio cuenta que él León hablaba en serio que hubiese arriesgado su vida si era necesario para que Milo no salga herido —¿Pero por qué lo haría? Después de como lo trate.

—Ja, con esas heridas no serías capaz de proteger ni una mosca.

—Tal vez, pero mi determinación es más fuerte que mis heridas.

Al dia siguiente ambos estaba sentados en una gradas, Milo portaba su armadura pero Aioria solo su pantalón. Se hallaban en un silencio un tanto incómodo  —Oye...

—¿Vas a empezar a molestar?— dijo molesto Aioria.

—No...te quería decir que tu te juntas con los santos de plata ¿no?.

—Ah...no... solo conozco algunos — estaba extrañado.

—Bueno te vi un par de veces hablar con Marin— se sentía nervioso —No es que me importe tu miserable vida, pero ella es amiga de la guerrera de Cobra verdad...

—¿Hablas de Shina?

—¡Si!...ella, bueno ¿son amigas, verdad?.

Aioria pensó un poco —La verdad, no son muy amigas que se diga.

—Las vi juntas un par de veces, eso las hace amigas.

Aioria lo miro extrañado tras la gran deducción del escorpión —Bueno... tal vez tu podrías ayudarme acercarme a ella...

Aioria quería decirle que Marín y Shina no se llevaban bien que ambas entrenaban a dos niños por la mimas armadura, pero pensó que tal vez a si podría ganar la amistad de Milo —Bueno... si quieres le hablo para salir los cuatro.

Odiame...Si puedes [AioriaxShura]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora