Libertad Condicional.

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-¿Arnold?-la sorpresa de ella hizó sonreír a Arnold.

Mientras ella iba vestida como una tonta, él tenía una camisa de botones de manga larga blanca y una corbata negra, pantalones negros de vestir a la medida y su cabello perfectamente peinado. Parecía que no habían pasado los años sobre él, su mirada era madura pero llena de juventud. Helga no se movió de la puerta que todavía sostenía.

-El mismo. Pasa y sientate, por favor, Helga. Debemos hablar.-

-Creo que me equi, equivoque, yo... ej, debo estar confundida.-retrocedió lentamente.

-Sabes que no es así, sientate.-ordenó y ella sintió las piernas como gelatinas.

-¿Por qué...?-negaba asustada.

-¿Por qué?-volvió a repetir él confundido. -¿Por qué, qué, Helga?-

-¿Por qué tienes que ser tu? ¿No eras medico?-

-¿No te llegarón mis cartas?-

-No puedo hacer esto.-dijo ella al escucharlo mencionar las cartas. Cerró la puerta pero con ella afuera. Arnold la abrió cuando ella salía de nuevo por donde Camila atendía.

-¡Helga! Por el amor de Dios, no seas ridícula ¡ven!-

-No, no, no.-salió por la puerta del edificio y al ver a los reporteros rapidamente pensó que se la comerían viva con Arnold por detrás. Quedo estática y regresó. Arnold estaba frente a ella.

-¿Cambiaste de opinión?-arqueó una ceja burlón.

-¿No estas de broma? Lo digo en serio, si me enteró de que no eres mi oficial...-ella hablaba muy seria.

-Ven a mi oficina y te enseño los papeles, Helga, no estoy jugando.-

Ella asintió con los labios apretados, de pronto sintió las miradas en ella menos la de Camila. Asintió de nuevo y Arnold caminó con ella detrás. Se movía lentamente ya que se sentía extraña y...

-Si que me esta yendo mal.-susurró.

-Podría ser peor.-dijo él viendola mientras abría la puerta.

Ellos se sentarón y él le ofreció algo de tomar, Helga pidió agua y un cigarro. Obtuvo el agua pero Arnold le dijo que no soportaba el humo.

-Yo tampoco, solo lo decía.-

-Bien. Empecemos, Helga. No hablaremos de nada personal, no te preocupes. Este es el papeleo que confirmo quien soy y porque soy- se lo entregó y ella le dio un vistazo asintiendo -Soy tu oficial de libertad condicional y cada mes nos estaremos viendo en esta oficina y va a ver revisiones sorpresas en tu casa de vez en cuando para ver como te va, ya que has salido antes debido a tu buena conducta no hay muchas reglas. La única siempre será que no puedes salir del país pero mudarte a otro lado esta permitido, cambiarías de oficial pero tendrías que asistir siempre a tus reportes. ¿Entendido?-

-Si.-contestó en automatico.

-Bien. ¿Actualmente donde estas quedandote?-

-Vivo en casa, en mi vieja casa.-dijo algo timida ante el Arnold serio en su papel de oficial.

-Ya veo ¿no era ese un centro turístico?-

-Bob lo rentaba pero hace un año dejo de hacerlo, le llame y le dije que era probable que logrará la condicional y él dejo de rentarla, claro, tarde un año pero la conseguí.-

-Ya veo. Entonces vives en casa propia ¿algún plan de mudanza?-

-Por ahora no tengo dinero.-respondió a la defensiva.

Culpable.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora