Verdad.

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-¿Recuerdas cuando dormimos juntos la primera vez?-

El hecho de no verlo, ya que su cara llegaba a su pecho para mayor comodidad era excelente porque no quería que él viera las reacciones que causaba en ella.

-Si...-

-Te enojaste conmigo.-dijo sonriendo.

-Sabías que me regañarían.-se alejo un poco para poder reprenderlo de forma adecuada pero él no le permitió alejarse mucho ya que no quería dejar de abrazarla. -Bob me gritó mucho.-

-Yo estaba ahí y le explique la situación, a demás yo me lleve la peor parte.-dijo tranquilo.

Ella rió.

-Una platica muy informativa.-

-Sin flores ni abejas.-recordó con una sonrisa. Leacarició la mejilla y ella lo aceptó sin miedo.

-Fue muy divertido.-lo vio a los ojos y suspiró.

-Todo lo que viví a tu lado fue divertido, magnifico y lo mejor de mi vida.-

Ella no dijo nada y él entendió.

Paso un largo rato cuando ella hablo, en un pequeño susurro dijo lo que él quería escuchar desde el primer momento que supo cual era su destino.

-No lo hice... perdoname, Arnold.-

-¿Perdonarte?-dijo él abrazandola mas fuerte pero luego alejandola un poco para darle un beso en la frente -Yo sabía que no lo hiciste, oh, Helga, estoy tan feliz de que lo admitieras. Si lo dices frente a un reportero y yo muestro las pruebas podemos quitarte los cargos...-

Ella se alejo un poco mas, él por su emoción no la detuvo.

-No, no, para tu tren, Arnold.-dijo seria, algo asustada y él la miró confundido.

-¿Qué? ¿No quieres ser libre? ¿Qué todos sepan que no fuiste? Podrías salir del país o del Estado sin pedir un permiso y...-

-No quiero nada de eso, Arnold.-se sentó y él hizo lo mismo.

-¿Por qué?-la confusión casi la hizo sonreir pero la tristeza pudo mas.

-Porque no. Porque ya pase por lo peor, porque, porque no quiero que enjuicien a quien lo hizo y porque...-

-¿Quién lo hizo? ¿Sabes quién lo hizo y no dijiste nada?-algo como rabia empezaba en Arnold y ella sonrió amargamente.

-Todo fue mi culpa ¿olvidas?-

-No entiendo...-dijo sinceramente y al ver que ella se paraba no se movió, sabía que admitir algo tan fuerte sería dificil.

-Ese día... ese día...-repitió frente a la ventana que estaba todavía cubierta con la cortina negra.

-Helga...-

-¿Quieres saber la verdad, Arnold? ¿Quieres saber que paso es noche? La noche que debí terminar a tu lado.-dijo con un poco de rabia ahora en su voz.

-Si.-contestó firme, sin pensarlo. Siempre quiso saber la verdad y ahora ella estaba dispuesta a compartirla.

Y fue que empezó a hablar...

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Culpable.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora