Siempre te buscaré ~♡~ DEVIE

3~ Nieve

Navidad, todos en Auradon corren, terminan con los últimos detalles, guardan los regalos bajo el árbol, las tarjetas colgadas, aroma a comida, en todos lados.
Nevaba, estaba sentada en un banco, en la preparatoria.
Era mi primera navidad en Auradon, todo me parecía nuevo, Mal estaba sentada a mi lado.
En la isla, la navidad no existía, ni siquiera la nieve existía, los suelos en invierno solo estaban congelados, y siempre estaba nublado, pero nunca había nevado.
Los árboles, sin hojas, estaban cubiertos de nieve, el suelo, también; la nieve es suave, como un colchón blanco y frío.
Ben pasó caminando y Mal fue con él, me quedé sola, admirando el paisaje.
-Hola...- Una voz conocida me sobresaltó.
-Hola, Doug- Sonreí.u
Estaba enamorada de Doug desde la coronación; me encantaba su inteligencia, su timidez, todo de él. Desde la coronación nos habíamos juntado muchas veces a estudiar, lo que me enamoraba cada vez más.
Esa noche él iría a la fiesta de navidad organizada por Ben; donde mis amigos y yo estábamos invitados.
-Estás muy linda hoy- Dijo tomándome de la mano.
-Gracias- dije sonriendo embobada.
Continuamos hablando, sobre la navidad, la nieve, el invierno, la familia, todo eso que para mí era tan raro y nuevo.
-¡Hola Evs! ¡Hola Doug!- Carlos pasó caminando y nos saludó.
-Tengo que terminar unos vestidos- Dije de pronto- Nos vemos esta noche ¿no es cierto?
-Si... esta noche...- Sonreí a Doug y regresé a mi cuarto.
~~
Llegamos al palacio, el árbol de navidad era inmenso, más grande de lo que imaginaba, lleno de guirnaldas, esferas y adornos; la estrella parecía sacada del cielo y, en serio, atraería a cualquier persona diez kilómetros a la redonda.
La cantidad de paquetes bajo el árbol también era sorprendente, miles de cajas de colores brillantes con etiquetas pequeñas y moños relucientes.
La mesa, llena de comida y platos, tenía como centro de mesa un árbol pequeño, comparado al árbol en serio, era incluso más grande que el que teníamos en la habitación junto con Mal.
Guirnaldas, sillones, mantas, la chimenea estaba encendida y rodeada de adornos.
También había muérdagos en todas las puertas, los muérdagos, los de la tradición de navidad, una de las tantas.
-Hola de nuevo- Doug me saludó
-Oh, hola- Se veía tan bien en su saco azul...
-Evie... necesito hablar contigo- tomó aire- a solas- ¿qué podía querer el de mi a solas, si solo éramos amigos?
Nos acercamos a una de las tantas puertas, donde no había nadie alrededor.
-Se que no es el momento ni el lugar para decirte esto, que es tu primera navidad aquí y, créeme, no quiero arruinartelo, entiendo si ya no quieres estudiar más conmigo o si no quieres verme nunca más
-Pero... ¿de qué hablas?
-Estoy enamorado de ti, Evie. Lo estoy desde que te vi aparecer de esa limusina, cada vez que estudiamos bajo el roble, cuando almorzamos juntos. Te amo y nada puede cambiarlo.
Sin saber como nuestros labios se juntaron en un corto beso. Nunca había sentido algo así, nunca había besado a nadie, había coqueteado con muchos, pero nunca los besé y nunca los amé.
Fue mágico, como la nieve de diciembre.