Capítulo II

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NARRA (T/n)

Ya había llegado a esa tienda y al entrar vi que no había casi nadie, solamente una pareja sentada en una de las mesas interiores.

Me acerqué al mostrador y miré la carta.
Podía personalizar mi Bubble Tea o pedir uno ya existente.
Yo siempre pido uno de plátano y fresa con bobas de fresa, así que ese mismo pedí.

Tras cogerlo, pagué y me fui de la tienda.
Iba de camino al trabajo, yo trabajo de camarera en un bar.
Me pagan lo suficiente como para poder vivir, y quizás un poco más.

A cada rato tomaba un sorbo del Bubble Tea, a veces lograba coger una boba con la pajita, la cual era extremadamente gruesa para que las bobas pasasen por ahí.

Llegué a mi trabajo y antes de entrar me terminé el batido.
Lo tiré en un cubo de basura y entré al bar.

Wow, llegas temprano, me sorprendes mucho—dijo uno de mis compañeros de trabajo con tono de burla.

Pues te voy a seguir sorprendiendo—dije, fui a por mi uniforme y de ahí al baño a cambiarme.

Tras cambiarme salí e hice lo de todos los días: limpiar mesas, pasar pedidos, tomar órdenes, aguantar las burlas de mi compañero...

(HORAS DESPUÉS...)

NARRA RAP MONSTER

Me desperté y vi a los demás también despiertos a excepción de Suga, el cual estaba dormido como un tronco.

¿Me he perdido algo?—pregunté mientras me levantaba.

Nos despertamos hace poco así que no, no te has perdido nada—dijo Jin.

Estuvimos en silencio durante unos segundos hasta que vimos a la chica de antes pasar por aquí y agacharse a vernos.

Jin y yo nos pusimos en frente de los demás y gruñimos.

NARRA (T/n)

Los mismos gatos de antes me gruñeron, pero esta vez el gatito el cual había acariciado hace unas horas salió de detrás y se acercó a mi lentamente.

Los gatos que estaban en frente maullaron repetidas veces.

Oh, hola pequeñín—dije acariciando la cabeza al gatito.

El gato ronroneaba y de vez en cuando maullaba.

¡Miau, miau!—exclamó con gran energía y dio vueltas alrededor mio.

—Heh, que adorable—dije mirándolo, luego miré a los demás gatitos los cuales me miraban con desconfianza— no os haré daño, lo prometo. Nunca haría daño a unos animalitos.

Uno de los que se encontraba adelante se acercó a mi lentamente, yo le acaricié, pero él me arañó la mano por lo cual dejé de acariciarle.

—Grrr...—gruñó el gato que me había arañado.

—¡Miau!—dijo el gato que daba vueltas alrededor mio, en forma de protesta.

𝕙𝕚𝕓𝕣𝕚𝕕𝕠𝕤 (🅱🆃🆂 🆇 🆃🆄)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora