Alfa y Omega

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Por fin había llegado a su destino. Louis no podía creer que estaba pisando su Londres natal. Estaba feliz, todo era tal y como recordaba y además, comparado con Finlandia el gris del cielo era más claro.

Atrás había dejado a su madre, la echaría de menos, pero ella está totalmente entregada a su trabajo. Ella le animó a volver y acabar sus estudios en Londres. Finlandia fue su hogar por ocho años, debido al trabajo de Jay: científica comprometida con su trabajo que pasaba la mayor parte del día en su laboratorio. Pero siempre ha estado pendiente de su hijo desde que enviudó nada más nacer su segunda hija.

Louis era su mayor orgullo, ella sola crió y cuidó de sus dos hijos. Ambos eran omegas. Quería a ambos por igual, pero Louis era su preferido. No por ser omega sino por todo lo que ha tenido que luchar desde pequeño.

Si bien era omega, tenía carácter y fuerza para hacerse respetar por sí mismo. Cuando pequeño tenía el sueño de encontrar a su alfa, su destinado, su alma gemela. Pero la vida y su experiencia con los alfas le había demostrado que los alfas eran todos iguales y que sólo querían dominar y poseer a su omega. A sus veinte años ha tenido dos parejas, pero la cosa siempre acababa mal, ya que ellos no «querían esperar».

Sí, a sus veinte años Louis era un precioso omega moreno de ojos azules y un cuerpo delicioso,delgado pero con buenas curvas para ser chico...virgen, sin alfa ni marca y con un delicioso olor personal. Louis olía a cacao y fresas con un ligero toque de canela. No era mentira que su olor atraía a cualquier alfa alrededor. Él lo sabía, por eso enmascaraba un poco su olor con los supresores que Jay le compraba.

Salió de la terminal, cogió un taxi y se dirigió al apartamento que había sido de su madre desde antes de casarse. Estaba situado en una buena zona y bien comunicado. Era un apartamento precioso de ladrillos vistos y balcones al exterior de la calle principal del barrio Convent Garden.

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Al mismo tiempo, Harry Styles, un alfa en toda regla, alto, de espalda grande y definida, largas y formadas piernas. Con una cabellera larga y rizada, muy salvaje y unos ojos verdes felinos; ensayaba con su grupo de rock.

La música y su trabajo eran su vida, aunque le gustaban las carreras de motos ilegales y ligar con cualquiera que estuviera bien físicamente. Pasaba sus noches con quién fuera al igual que sus celos. Pero jamás anudó a nadie. Era su pequeño secreto. En el fondo el creía que algún día llegaría su otra mitad, una linda omega que sería suya para siempre y le daría cachorros.

Ensayaban en la trastienda del estudio de tatuajes de Zain. Lo hacían siempre que podían. Junto a Liam tenian un grupo localmente conocido. Actuaban con regularidad, aunque en verano se disparaban sus conciertos debido a las ferias locales y noches musicales.

También se encontraban junto a ellos Niall, Shawn y Taylor. Niall era el omega de Zain. Shawn era un beta amigo de los chicos y Taylor era una rubia omega de ojos azules. Una chica delgada aunque muy linda de cara. Harry y ella compartían algunos ratos de cama, pero no eran pareja.

Solo era sexo esporádico, alguna noche loca de concierto, o por que la rubia lo buscaba. Harry tenía las cosas claras respecto a la chica. Pero aún asi ellos formaban parte del mismo circulo de amistades.

- Bueno chicos es todo por hoy- Finalizó Zain.

- Hoy sonaba genial, los nuevos temas son sensacionales- Añadió aplaudiendo Niall

Zain anduvo hasta el omega rubio y lo besó agarrando su cintura

- Hora de celebrar! Es sábado y el Ferrum (local que solían frecuentar los chicos) estará a rebosar- Propuso Liam esta vez. Liam era un alfa grande y fuerte, aunque no tanto como Harry. Era castaño, rapado y con unos ojos marrones bellos y nobles.

Todos estaban de acuerdo así que se montaron en sus vehículos y se fueron al centro de la ciudad.

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Louis no podía creerlo, había olvidado comprar algo de comida para esa noche y estaba realmente hambriento. Decidió ponerse unos jeans rotos que tenía a mano en una mochila y una sudadera celeste un par de tallas mas grandes. Se acomodó el cabello y bajó a la calle en busca de algo para comer.

Justo fue a cruzar la calle y casi es atropellado por una gran moto negra y un cromado brillante. El frenazo fue espantoso y casi hace caer de la moto a sus dos acupantes. Louis se queda paralizado del susto y no se aparta de la carretera.

- Es que no piensas apartarte de nuestro camino?!?- Grita una rubia omega, puede olerla, su aroma es demasiado dulce y empalagoso. El pequeño omega solo sabe temblar con la mirada puesta en el casco del piloto, mientras muerde su labio inferior con nerviosismo.

- Es que no me oyes estúpido?!- Vuelve a gritar.

Harry levanta la mano para que Taylor se calle la boca. Ella molesta le golpea la espalda, se quita el casco y se marcha.
Presa de los nervios, Louis reacciona y huye del lugar dejando al alfa confundido por lo que acaba de ocurrir.

Harry siguió estático, pensando en porqué no habia insultado o increpado a ese chico que se había puesto en medio de la carretera...sólo podía pensar en los ojos del omega que acababa de ver. No salió de sus pensamientos hasta que los coches que estaban tras él, comenzaron a pitar para que se aparte del camino. Se hizo a un lado y se quitó el casco.

No podía ser, se encontraba fascinado por el aroma de aquel chico de ojos azules, aún mezclado con el miedo, era un aroma delicioso...Fresas, chocolate y un toque de canela que lo hacía irresistible. No era cono el olor dulzón de taylor, era algo mas exquisito y complejo, ni el azul de sus ojos eran el mismo.

Era un azul diferente, como el mar y el cielo juntos, un azul donde podría perderse. Así fue como sus ojos se encontraron por primera vez. Él tenía claro que volveriara ver a ese omega dueño de esos zafiros azules...

Alfa y Omega ( Larry Stylinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora