Capitulo II EL SUEÑO Y LA MUERTE

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En el transcurso de la semana la hija del rey demonio se fue haciendo de muchos amigos en el santuario, pero de quien más se hizo cercana fueron de Hakurei y Sage, en ese momento sus gemelos favoritos, por su puesto no faltaban sus roces con Gateguard, con quien siempre terminaba discutiendo porque Gina lograba burlarlo, lo cual para ella era divertido.

Mientras se dirigía al templo del patriarca, se detuvo en seco antes de tocar la puerta, ya que sintió otras presencias dentro, las cuales emanaban hostilidad y maldad, ella ya conocía esa sensación era la misma que sintió con Athena, pero estas despedían un aura de muerte, eso no la asustaba, lo que provocaba es que desvaneciera su presencia para escuchar con más atención.

¿¿¿: ¿Tu realmente crees que puedes cambiar a la escoria humana y salvarlos de la muerte? - dijo con burla, posiblemente era uno de los 2 dioses.

Itia: Entonces que debería hacer, estoy tan desesperado de no poder detener la penuria de la tierra y tener que verlos sufrir - dijo con desesperación en su voz.

La demonio mitad diosa jamás había escuchado a su ilustrísima de esa forma.

Itia: Señor Hypnos, señor Thanatos que debería hacer - dijo casi al punto del colapso nervioso.

Hypnos: Deberías someterlos, a estar con el señor Hades, para que no sufran más y de es forma tener la paz que tanto anhelas - dijo el dios del sueño.

La pequeña demonio no podía creer lo que escuchaba, ya que esto se aprovecharon de su inestabilidad mental y física por los años que vivió, y no solo eso, que eran dioses los que estaban manipulándolo, a lo que esperó que no cayera ante sus palabras.
Como si de un balde de agua fría se tratase, esta escucho las palabras de Itia, sin poder creerlo.

Itia: Acepto, si de esa forma obtendré la paz en este mundo, entonces lo haré - dijo sin más.

No podía creerlo , literalmente los estaba vendiendo, espero hasta que ambas presencias y la tercera desaparecieran, si había un tercero pero su poder no era el mismo que el los dos dioses, los tres se habían ido.
Espero un poco y luego toco, recibiendo un "adelante", a lo que procedió a entrar.

Itia: ¿Qué se te ofrece, pequeña? - dijo un poco tenso.

A lo que la demonio, prefirió no mencionar lo que escucho, ya que pensó en hablar de esto con Krest cuando lo fuera a ver.

Gina: Solo venía a ver como se encontraba, además de avisarle que mañana voy a partir a Bluegard - dijo tranquila - (Lo mejor será hablar de esto con los gemelos cuando regrese).

Itia: Me encuentro bien, querida Gina - mintió - y con respecto a lo otro, ten cuidado, pero estas segura de esto, de irte tan lejos - dijo ansioso.

Gina: Si - dijo decidida.

Además de que quería llegar lo antes posible, para avisarle a su amigo lo que sucedió, ya que no podía darse el lujo de actuar imprudentemente, aunque también por preocupación de lo que fuera a hacer el patriarca y si era posible advertirles a los gemelos que estén alerta, por lo que fuera a pasar.

Al día siguiente

La joven demonio preparaba sus pocas pertenencias, poniéndose el collar donde está su armadura, mientras ajustaba el cinturón de la funda que cubre su espada, en su espalda.
Ya había avisado al patriarca y a Athena de su partida, despidiéndose de ambos, saliendo y bajando por cada templo, deseándoles buen día a cada caballero de oro, hasta que pasó por la casa de Cáncer, logrando ver a Sage.

 Ya había avisado al patriarca y a Athena de su partida, despidiéndose de ambos, saliendo y bajando por cada templo, deseándoles buen día a cada caballero de oro, hasta que pasó por la casa de Cáncer, logrando ver a Sage

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Una Demonio Entre Caballeros ( nanatsu no taizai x saint seiya the lost canvas) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora