Sorpresa por partida doble.

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-Chicos es hora de levantarse, que ya son las 14:00.

-Tio un poquito más...

-Roger como he dicho antes, son las 14:00 y en una hora vamos a comer.

-Por dios papa, no hables de comida.

-Aguantate jovencito, venga moved todos el culo.

Por ordenes de mi tio Bastian todos abandonamos mi comoda cama(si, los 5 cabimos en ella...), y nos fuimos duchando por turnos en la ducha de mi habitación y en la de María.

-Pero mira quienes estan aqui, ¿teneis mucha resaca?.

-Ni te imaginas abuela, pero merecio la pena.

-Yo gracias a dios no tengo naaada de resaca.

-Es que seria gracioso que la tuvieses sin haber bebido nada.

-Jajajaja, anda vayamos a comer que tengo hambre.

Durante la agradable comida familiar estuvimos charlando de trivilidades y haciendo planes para esta tarde.

-¿Entonces vamos al museo o a la playa?.

-Yo creo que mejor al museo Bastian, he mirado el tiempo y parece que hoy va a llover.

-Tiene razón papa, y asi luego podriamos ir todos a cenar al restaurante de don Diego.

-Me parece una buena idea hijo, seguro que a Alfonso y a las chicas les apetecera un poco de comida española.

-Si por favor porque, aunque vuestra comida esta muy buena, hecho de menos una buena tortilla española.

-Yo también la hecho de menos, tenemos que ir.

-Pues decidido entonces, terminaos la comida y nos iremos en dos horas.

Después de comer y vestirnos adecuadamente nos montamos en los coches y en media hora nos encontrabamos en el Museo de la Ciudad, el cual esta ubicado en varios edificios góticos del centro de Múnich, donde muestra el pasado de la ciudad y su historia desde la Edad Media.

-¿Y qué os ha parecido el museo?.

-A mi me ha encantado abuelo, y los edificios son preciosos.

-Ana tiene razón, ojala hubiese un museo como este en Madrid.

-Este museo es precioso, a Bastian le encanta desde niño, ¿verdad hijo?.

-Asi es papa, y a vuestra madre tambien les encantaba chicas.

Durante el paseo que dimos por las calles de Munich hasta llegar al restaurante Casa Diego, mi tio nos estuvo contando como de pequeño él y mi madre disfrutaban viniendo una vez al mes al museo, y como conocio ahi a su mujer Greta.

-¿De verdad os conocisteis en este museo?.

-Asi es, cariño cuentaselo tu ya que parece que a mi no me cree.

-La verdad es que fue asi Ana, dio la casualidad de que vine por casualidad a verlo con mi mejor amiga y tu tio iba con tu madre, y se nos puso a explicarnos voluntariamente como era el museo y su historia.

-Y cuando se quiso dar cuenta yo ya tenia su número de telefono y una semana después nuestra primera cita.

-Oh...que bonito, yo quiero una historia asi.

-Pues María que sepas que esta es la verdadera ciudad del amor, y no París.

-Ya seguro...jajajaja.

-Tu piensalo un momento: un día a Greta la dieron una beca para la universidad y tuvo que irse de su pueblo para venirse a la capital y... tachaaaan, me conocio a mi; y otro día Alfonso aprovecha unas minis vacaciones y decide venirse a conocer Munich, y acaba conociendo a mi hermana.

Mi alemanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora