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- No vine aquí a ver a un doctor, yo -

- Lo sé, no soy el doctor que tienes en mente, soy Psiquiatra

- ¿Cuál es la diferencia? - Seungcheol tenía un tono irritado, incluso agresivo, sin embargo, el rubio, le contestaba suave y dulce 

- Que yo estudié medicina antes de ser psiquiatra, psicología es algo aparte - dijo sonriendo y mostrando sus blanquecinos dientes - Aunque tenemos mucho en común con los psicólogos - dijo mirando al cuadro delante de ellos

- O sea que, ¿hablas con gente loca? - preguntó con la intención de burlarse

Jeonghan soltó una sonora carcajada - Aún no, de hecho - se acercó a su oído lo suficiente para que Seungcheol quisiera retroceder- Comienzo a aburrirme- soltó esa risa ahora común, parecía que venía como parte de la decoración de la gran habitación

Por primera vez en mucho tiempo Seungcheol sintió ganas de reír... quería al menos esbozar una sonrisa... por pequeña que fuera, pero no podía. Él estaba de luto, su novio estaba muerto, su vida arruinada, no tenía derecho a sonreír como los demás. Se encontraba nuevamente solo, al llegar a casa nadie lo estaría esperando con la cena preparada, nadie le daría un beso de buenas noches, era su realidad, estaba solo. Se limitó a mirar fijamente a ese rubio que lo veía curioso, sin decir nada. Por un momento pensó en salir por la puerta y mandar a Wonwoo y Mingyu a la mierda, tomaría sus cosas, dejaría el trabajo y se mudaría lejos de todos.

- ¿Podemos sentarnos? - El rubio interrumpió sus pensamientos. Siguió su mano enseñándole el sofá que supuso debería ocupar, el área experimental, como la llamó Seungcheol, ocupaba la mitad de la habitación, en la otra estaba un escritorio con unos cuantos papeles, plumas, un portátil y algunas plantas más. Se sentó en el sofá indicado, había una mesita que separaba el otro sofá, donde se acomodó el rubio, eran de piel color chocolate, bastante acogedores. La mesa entre ellos tenía tres cajas de pañuelos acomodadas cuidadosamente. Miro a su izquierda, por el gran ventanal que dejaba entrar los últimos rayos de sol de la tarde 

¿Siempre se vio así de hermoso el cielo? pensó Seungcheol

- A veces - interrumpió el rubio - Cuando nuestra mente está llena de preocupaciones, tristezas, decepción... olvidamos observar... - Él ahora, también miraba los tonos rosas y anaranjados de los que se pintaba el cielo, devolvió su mirada a Seungcheol, quien lo observaba con desdén pero intrigado al mismo tiempo por escuchar - La verdadera belleza de las cosas, Seungcheol... radica en los pequeños detalles. No se paga por ver el cielo, no se paga por recibir una sonrisa o un abrazo, ¿por qué sigues rechazando todas esas maravillas?

- No sabe nada de mí, Doctor

- Tienes razón, no lo sé, por eso estás aquí - Por primera vez no le devolvió esa sonrisa a la que Seungcheol se estaba acostumbrando

- Vine porque me obligaron, no deseo estar aquí - habló cortante

- ¿Y quién sí? - preguntó divertido - Amo mi trabajo, pero, ¿sabes lo difícil que es vivir sabiendo que, cuando es un buen día en el trabajo, es porque alguien más la está pasando pésimo? Mi satisfacción es ver salir a la gente por esa puerta, con un rostro diferente al que tenía cuando cruzó esa puerta por primera vez, no eres la excepción Seungcheol

- ¿Y cómo es mi cara según usted?

- Tienes miedo - Seungcheol podría haber reído por esa broma de mal gusto, esperaba que le dijera lo que todos: "triste" "desolado" "infeliz" sin embargo él dijo "miedo"

- ¿Miedo? - preguntó incrédulo

- Así es - se levantó un momento para traer una carpeta de su escritorio, cuando la tuvo en sus manos regresó para sentarse - ¿Sabes qué es esto? - dijo mostrándola

CRAZY LOVE [Jeongcheol]Where stories live. Discover now