F I V E

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Las risas pararon en seco, poco a poco sintiendo la necesidad de unir sus labios, hubo un pequeño roce el cual fue interrumpido por el sonido de unas llaves contra la cerradura de la puerta principal.

Se alarmaron y en un movimiento algo brusco por parte de los dos Erick cayó contra el piso.

Joel intentó no reír pero no fue posible.

—Gracias por ayudarme—dijo de manera sarcástica.

—Uh, sorry—contestó levantándose rápidamente para poder ayudar al ojiverde—pero no podemos pelear contra el destino—dijo de manera dramática poniéndose una mano en la frente.

—Entonces, ¿el destino decía que me empujes?—expuso de manera sarcástica.

—Duh? Obviamente—empezó a reír mientras intentaba cargar a Erick.

Al parecer ambos no tienen buena concentración ya que olvidaron el motivo por el que se había iniciado esta conversación.

Richard y Christopher habían vuelto a la casa para recoger al señor "rulitos" junto a su acompañante "chistes malos" o bueno, así los habían apodado; ya que querían llevarlos al restaurante que "descubrieron".

—¿Crees que ya sean "más amigos"?—mencionó Richard mientras buscaba las llaves de aquella rústica puerta.

—No lo sé, solo esperemos que no se hayan asesinado el uno al otro—respondió aburrido.

Al ver que estaba apunto de abrir la cerradura decidió jugar un poco, abrazando al moreno por atrás quitándole las llaves en un intento de escapar.

—¡Hey! Ven acá y dame eso— intentó mantener un semblante serio, no duró más de medio minuto ya que no tan secretamente gusta de ese lado de Chris.

—Nooo—contestó para después mostrarle la lengua cuál niño de 5 años que acaba de ganar una discusión.

—Ven acá o...—fue interrumpido.

—¿O qué? ¿Qué me harás?—dijo en modo burlesco—Oh, tú no quieres saberlo—respondió en su intento fallido por recuperar las llaves.

Luego de la pelea por las llaves, el mayor de ambos salió victorioso, abriendo la puerta mientras escuchaba el mini-berrinche del ojimiel.

Hasta que escucharon risas y pequeños golpes provenientes de la habitación habían dejado para Joel y Erick.

Llegaron a la puerta y sin tocar la misma, decidieron entrar encontrándose con una escena bastante comprometedora.

El ojiverde se encontraba en la espalda de Joel mientras intentaba bajarse.

—¿¡Chicos?!—exclamaron al unísono

Joerick - Amigos con derechos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora