La tinta describe, otras veces subraya, pero en ocasiones es capaz de plasmar en color lo que siente la persona, a veces son solo palabras, otras sentimientos que surgen de lo más recóndito y que sin querer se plasman en unas suaves y sutiles palabras.
Palabras que sin darnos cuenta son hechas a la medida perfecta de lo que sentimos, aunque a veces no podamos plasmar cosas que van más allá de un simple sentimiento.
A veces caemos en la repetición de versos u oraciones, en el intento de poder expresar más allá de lo que podemos, un beso, una mirada, un recuerdo, un silencio que nos mata.
Pero hay momentos que las palabras más simples son capaces de expresar hasta lo que tenemos más guardado; un amor perdido, un deseo apurado, incluso un latido del corazón lastimado.
Latidos, yo que soy un escritor no sabía que la palabra latidos era compuesta.
Compuesta de (La) pérdida de razón cuando se escapa sin querer un suspiro, por (ti) que me vuelves loco y aceleras mi pulso sin darme cuenta y de (dos), dos personas que cuando se miran sus corazones laten al mismo tiempo, en la misma sinfonía, en la ironía del amor.
Quizás estoy loco, no lo sé, a veces pienso que las palabras son otra dimensión, que no son solo lo que parecen, sino que van más allá de un simple significado, quizás la palabra latidos sea más profunda que lo que alcanzo a entender.
Porque intentando saber lo que significa mi corazón late más deprisa, porque intentando expresar lo que pienso, pienso en ti, en dos, en la manera que me tienes loco, en la forma de escribir, de amar, de sentir más allá.
Más allá de ti, más allá de estar unidos, más allá de la razón misma.
Algún día podré plasmar en un texto lo que siento, pero por el momento solo puedo decirte que llevo en el corazón el sismo de la Tierra como latido. Sí, el sismo de la Tierra, porque al igual que destruye cuando no estás, crea paisajes si estás conmigo.
ST ♣
