El aniversario de la noche para embriagarse

53 4 0
                                    

Liam era un joven adulto, que aunque nació en Londres, vivía en un pequeño pueblo de Irlanda llamado Dingle, y tenía una vida que, aunque prefería no llevarla de todos modos la disfrutaba. Era un joven que parecía ser frío y cruel, el decía que la vida que recorrió lo llevó a ser así, pero en realidad la vida lo había llevado a demostrar un lado sin empatia o sentimiento alguno, el en fondo era sensible, y se preocupaba por cómo sus acciones repercutían en las personas que lo rodeaban.
Liam, prefería no contar su historia, la historia que narraba el cómo terminó en aquel pueblo, pero jamás pensó que terminaría contándola al grupo de amigos que había conocido hace 3 años atrás, en la época en donde todavía tenia el cabello teñido de gris ceniza antes de que decidiera volver a su color natural, el cual era castaño oscuro. Una noche de viernes, durante la medianoche, la gata de Liam, la cual había llamado Lola, lo hizo saltar de la cama por el fuerte alboroto que causó buscando restos de comida en la cocina.
Cómo no era extraño ver a Liam vestir ropa oscura, bajó al primer piso luciendo su pijama color azul petróleo con rayas negras horizontales, y mientras caminaba hacia la cocina maldiciendo a su gata por el desorden provocado, sonó el timbre de su casa, y al escucharlo, cambió de rumbo hacía la puerta, y la abrió con su cabello todo despeinado y sus ojos verdes hinchados y llenos de ojeras. Era su grupo de amigos, que cómo el, tenian una historia bastante agitada.
Marco era un drogadicto recuperado que había salido de rehabilitación un par de meses atrás.
A Iván no le avergonzaba admitir que era un ex convicto que estuvo en prisión por múltiples delitos, entre los cuales se encontraba el haber atropellado a un anciano de unos 75 años mientras conducía alcoholizado.
Luego les seguia Angie, que parecía una chica con cabello oscuro y rizado normal y tranquila, pero que tenia un extenso registro de conflictos y peleas a la salida de cada bar o fiesta a la que había asistido.
Y por último estaba Max, el cual, sólo se había ido de casa un año antes de haber llegado al grupo y vivió en la capilla del pueblo hasta que conoció a Angie, quien le había ofrecido alojamiento en su casa.
- ¿Ya estás durmiendo anciano?- Preguntó Iván-.
- Si, cómo el anciano que atropellaste imbécil- Respondió Liam malhumorado-.
- Ya calmate Liam, ¿Vas a dejarnos pasar o qué?- Dijo Marco-.
Liam se corrió de la puerta y mientras sus cuatro amigos se instalaban en el living de la casa, el fue a cambiarse de ropa. Bajó 10 minutos más tarde con una remera blanca y jeans azules, pero no había abandonado sus pantuflas, y en seguida se oyó: -!Vaya, Vaya, miren quien decidió dejar de lado los colores oscuros en su ropa¡
- Callate Marco, eres un idiota.
- ¿Porqué no te calmas Liam?
- ¿¡y tú porqué no cierras la boca Angie!?
- Ya liam, Nadie intenta agredirte, mejor calmate.
- Nadie va a decirme cuando calmarme max.
Todos se quedaron callados por unos minutos, Cuando el sonido del cierre de la mochila roja de Iván rompió el silencio, y todos giraron su vista hacía el rubio del grupo. Este sacó una botella de whisky, otra de vodka y por último sacó 6 shots acompañados de un tequila que aparentaba tener un elevado costo. Todos parecían saber de que trataba el asunto, excepto el dueño de la casa.
- ¿Porqué 6 shots si sólo somos 5?- Preguntó Liam-.
- ¿No recuerdas que fecha es?, !Hoy es 11 de noviembre, otro aniversario desde que Federico decidió suicidarse¡- Contestó Angie enfurecida-.
- Se me pasó por alto Angie, Lo Siento.
- Está bien, después de todo jamás fue importante para ti- Dijo Angie en un tono de susurro-.
Aunque se embriagaban cada fin de semana posible, no importaba si esta fecha caia en el calendario un dia Lunes, de igual modo debían tomar alcohol hasta que no recordaran ni la letra inicial de sus nombres, pues así honraban la memoria de su amigo Federico, que se había suicidado unos meses después de que lo conocieran, y a pesar de que el anunciaba su suicidio en cada oportunidad que tenia, ninguno de los 5 lo tomaba en serio, debido a que siempre lo veían feliz y sonriente creyeron que era uno más de sus chistes que había salido de su humor negro que a veces lo que menos provocaban era risa
- ¿ Comenzamos?
- Me pregunto lo mismo que Marco- Dijo Max-.
- ¿Que esperan?- Lanzó Angie a quemarropa mientras destapaba el whisky-.
- Utiliza un shot Angie.
- ¿A quien demonios le importan los shots Iván?- Contestó Angie al mismo tiempo que bebía de la botella de whisky cómo si de agua se tratase-.
Mientras transcurrían las horas de la madrugada, los integrantes del grupo se embriagaban cada vez más y más, hasta que llegó el punto en el que se durmieron en los sillones y ninguno supo cómo.
Cuando los despertó la luz del sol, estaban todos mareados y tenian dolor de cabeza.
- Prepararé café- Dijo Liam mientras se levantaba del sillón e intentaba sostenerse de cada mueble que lograba localizar-.
- ¿Alguien sabe donde está Iván?
- No lo sé Angie, pero creo que anoche lo vi subir las escaleras ebrio mientras lloraba y decia a gritos que extrañaba a Emma- Respondió Marco con cara de que el sueño era más fuerte que el-.
Todos comenzaron a reír debido a lo que Marco creyó haber visto, cuando de repente el susto les quitó la borrachera, pues faltaba Max.
Los 3 amigos que volvieron a un estado consciente hicieron una búsqueda intensa de Max por toda la casa, hasta que por fin lograron divisar la figura de su amigo regordete, que estaba durmiendo en el garage bajo la mesa de herramientas que tenia Liam.
- ¿Cómo terminaste aquí?- Preguntó Liam levantando una ceja-.
- No lo sé, yo sólo buscaba el baño.
- Vamos, te llevaremos al living.
Liam le colocó los lentes, y ayudado por Angie y Marco lo llevaron hasta el sillón.
- Bueno... Ya es mediodía y tengo hambre.
- Yo también tengo hambre al igual que Marco- Agregó Angie colocando una de sus manos en el estómago-.
Entonces Liam los miró por unos segundos, tomó su teléfono celular, se calzó sus zapatillas y salió de la casa hacia un pequeño local que se encontraba a un par de cuadras dando un portazo. Cuando regresó, Iván, que era el faltante, ya estaba instalado en el comedor junto con los demás.
- ¿ Qué trajiste Liam?
- Traje Un delicioso Colcannon Marco.
- ¿ Que no tenian otra cosa más qué un puré de patata con col y cebolla?- Preguntó Iván con cara de asqueado-.
- Callate pequeña bella durmiente, compra tu propia comida entonces- Respondió Liam mientras lo miraba fijamente con cara de odio-.
- Mejor callate tú si no quieres que te de un puñetazo que te haga viajar al mundo de los muertos- Le replicó Iván con una sonrisa burlona-.
Entonces, en ese momento Angie se levantó de su silla y se quedó sonriendole a la nada.
- ¿ Estás bien Angie?
- Si Marco... Sólo que con esta discusión entre este par de niñitos inmaduros, se me ocurrió la idea de hacer un viaje juntos.
- Es una buena idea- Dijo Max mientras no perdía tiempo en servirse una abundante cantidad de colcannon-.
- ¿Y cuando tienen en mente planearlo?
- Ahora Iván- Respondió Liam mientras comenzó a recorrer apresurado toda la casa en busca de una hoja de papel y un bolígrafo.

La historia detrás de su historiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora