Al llegar al cartel de señalización de entrada al pueblo, nadie tenía más que dolor de piernas y cansancioy la sed era lo que más abundaba entre ellos. Faltaba una distancia un poco larga para llegar a la casa más cercana que era la de Marco, la cual se encontraba en el primer vecindario que se podía localizar en el pueblo, así que decidieron parar a descansar un momento en una vieja fábrica de autopartes abandonada que había cerrado por falta presupuesto debido a la baja compra de sus producciones. Era un poco más del mediodía cuando llegó el momento de que Marco buscara las llaves de la puerta de su hogar y cuando todos entraron lo primero que hicieron fue improvisar una cama para recostar a Iván. Acto seguido se sentaron en la mesa a planear el viaje.
-Bien.... a donde iremos?
- No lo se max, ¿Alguien tiene algún lugar que quiera visitar?-. Respondió Marco mientras buscaba en la alacena algo para comer-.
-¿Qué les parece visitar Dublín?-. Sugirió Iván apretando sus heridas intentando no moverse demasiado-.
-Para eso ve a visitar el acuario del pueblo-. Le dijo Angie burlándose de su destino planeado-.
De repente la conversación fue interrumpida por el timbre, en cuanto Marco abrió la puerta, se encontró al dueño de casa, quien había ido para reclamar su paga del mes, luego de una larga charla entre Marco y aquel hombre, Finalmente el joven cerró la puerta y volvió frustrado al comedor con la cabeza inclinada hacía abajo.
- Oigan, estuve pensando... ¿ y si viajamos a Londres?-. Preguntó Liam rascándose la cabeza, intentando de que la frustración no tuviera más lugar en Marco-.
Todos se miraron por un momento, y al parecer Liam había ganado, pero los amigos decidieron que sería mejor dejar descansar a Iván y comenzar el viaje luego de que le quitaran sus puntos de sutura.
Al cabo de 8 días y luego de que su amigo se hubiera recuperado, todos se reunieron en casa de Liam, con sus valijas y todo los recursos necesarios. Cargaron todo el equipaje en la parte trasera de la camioneta que Liam tenía, pero la cual odiaba tener que conducir, ya que su padre la compró utilizando el dinero que suponía ser para su regalo de cumpleaños n°15 para completar lo que le faltaba a su presupuesto. En cuanto se acomodarnos y Liam colocó la llave para arrancar el motor, se desabrochó su cinturón de seguridad y bajó nuevamente a la casa. Volvió al cabo de unos minutos y nuevamente abrió la parte trasera del vehículo para guardar algo que nadie había visto aún. Finalmente el viaje había comenzado, Angie iba observando el paisaje, y Max estaba roncando por ahí atrás mientras que Marco e Iván hablaban de sus vehículos, Iván iba lamentando el secuestro de su auto por los policías y Marco iba lagrimeando por su motocicleta, la cual tuvo que vender para poder pagar los dos meses de renta que debía.
Liam estaba concentrado en el camino, nadie mas en aquella camioneta existía, no tenía registrado en su cerebro más que los patrones de las curvas de la carretera.
-Llevamos 3 horas aquí dentro Liam-. Se quejó Angie suspirando-. Y se quedó esperando respuesta de su amigo, la cual no obtuvo.
-Necesito ir al baño-. Dijo Max secándose los bordes de su boca luego de su siesta-.
-Y yo ya acabé mis cigarrillos-. Agregó Iván sonriendo-.
- Está bien, pararemos en la siguiente gasolinera, pero ya callense de una vez-. Respondió Liam moviendo la palanca de cambio-.
Después de recorrer unos kilómetros más, por fín había llegado el momento, podían ver las luces de una estación de servicio. En cuanto bajaron de la camioneta, cada quien fue a un lugar distinto, Liam encontró conveniente cargar combustible, así que se quedó cerca, Angie comenzó a caminar por la gasolinera porqué no sentía las piernas, Iván fue a comprar cigarrillos, y Max estaba en el baño. Liam estaba molesto, habían pasado ya 40 minutos y aún no se veia conduciendo hacia el aeropuerto, hasta que por fin apareció el grupo, y uno por uno subieron a la camioneta, Liam suspiró, blanqueó los ojos y al sentarse en el interior, cerró la puerta con tal fuerza que parecía querer llevarla cómo otro pasajero más, y así siguieron recorriendo Irlanda para su próxima parada, pero de la nada algo falló en el motor, y el grupo quedó en medio de la carretera con la idea en la cabeza de que tendrian que bajar las sogas para retener a la bestia que bajaría del asiento del conductor y que se llamaba Liam
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La historia detrás de su historia
Teen FictionLiam era un joven adulto, que prefiera mantener en secreto su historia, la historia que narraba su vida, pero jamás pensó que acabaría en un viaje inesperado y lleno de sucesos que lo llevarían a contarle su historia al grupo de amigos que había con...