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Steve tomó el anillo dejado por Tony, lo observó fijamente sintiendo un profundo dolor dentro de su pecho.

Había sabido en el momento de recordar que Tony reaccionaría asi, que Tony dejaría en claro que no sentía lo mismo.

Respiró de forma entrecortada, tragó con dificultad un nudo en su garganta tocando sus parpados cerrados.

Estaba enamorado de Tony desde hacia meses, los sentimientos habían iniciado durante su primera misión como equipo, desde la batalla en Nueva York había descubierto lo especial y hermoso que era Tony Stark, misión tras misión su amor creció apesar de las constantes discusiones.

Sabía desde el principio que lo ocurrido había sido un error, que Tony no sentía lo mismo, a pesar de eso, Steve no había querido que Tony descubriera sus sentimientos de esa manera. Natasha siempre le había aconsejado a Steve para que hablará con Tony, pero el miedo lo había frenado, porque había sabido que el castaño no lo correspondería.

Cerró su mano apretando dentro del puño el anillo, Steve había querido decir cada palabra, había estado sintiendo que hacía lo correcto al arrodillarse ante Tony para pedirle que fuera su esposo, al haber dicho los votos.

Había querido decir todo.

Recordó la duda y el miedo que había visto en el rostro de Tony, sintiendo la misma duda dejó la banca en un repentino impulso, Steve decidió que quería que Tony lo supiera de su boca estando en todos sus sentidos, quería ser honesto aunque fuera lo unico que quedara.

Caminó hacia el pasillo y apretó su puño antes de gritar.

—¡Yo si quise decir todo!

Tony se detuvo, sin girar, parecía no querer enfrentar a Steve.

—Yo no... —continuó —. Yo no quería que tu lo supieras así...

—¿Qué? —dijo Tony, aún dándole la espalda.

Steve se acercó lentamente, llegó frente a Tony, no pudo mirarlo y mantuvo la vista baja.

—Que te amo, Tony.

Escuchó a Tony respirar hondo.

—Pero... pero entiendo que tú no sientes lo mismo —habló Steve aun sin querer mirarlo —. Lo entiendo —susurró en un hilo de voz.

Vio como Tony daba unos pasos indecisos, acercándose.

Dejó que Tony levantara con cuidado su rostro desde su barbilla, Steve encontró dolor y miedo en los ojos café.

—¿Me amas? —susurró Tony incrédulo, entonces acunó el rostro de Steve en su mano—. ¿Estas seguro?

Sin poder controlarse besó la palma de Tony con ternura.

—Te amo —contestó tomando la mano de Tony —. Creo todo lo que dije.

Miró la duda en Tony, pero también descubrió algo más en sus ojos que hizo que su esperanza creciera, eclipsando el miedo que había estado sintiendo.

También había esperanza llenando los ojos de Tony.

—También creo en lo que dije —confesó Tony—. También te amo. —El miedo había desaparecido—. Te amo —repitió en un susurro.

Steve se dejó llevar por sus sentimientos y lo besó, sintió a Tony sonreír contra sus labios antes de corresponderlo, movió su rostro para una mejor posición y continuó besando una y otra vez a Tony sin nunca cansarse.

Al separarse se miraron fijamente, encontró la misma felicidad y emoción que sentía revolotear en su interior.

—Así que... me amas —dijo Tony cuando Steve se apartó.

—Te amo —asintió Steve con una enorme sonrisa—. Estamos casados porque te amo mucho Tony —se atrevió a decir.

Tony frunció el ceño dejando ver su confusión. Steve lo encontró adorable.

—Mmm, creo que te perdiste la parte en la que Natasha dijo que la boda no fue real.

—Por lo que creo, esta en nosotros decidir si es real o no —abrió su palma mostrándole el anillo —. Y quiero que sea real —murmuró.

—Estábamos ebrios cuando lo decidimos —dijo Tony lentamente—. Ninguno de nuestros amigos estuvo presente excepto Natasha y nos caso un Elvis en una capilla ridícula de las Vegas. —Tony lo miraba con seriedad—. Y tenemos claro lo que puede ocurrir si continuamos con esto...

—Si —dijo Steve entendiendo, pero en el fondo de su corazón creía que era correcto, lucharía contra todo por estar junto a Tony.

Tony lo miró fijamente, entonces empezó a reír, Steve sonrió por inercia.

—Bueno. —Tony movió su mano—. Entonces coloca ese anillo en su lugar, querido.

Steve colocó el anillo en el dedo de Tony, después beso sus nudillos con ternura. La felicidad que sentía se desbordaba dentro de su pecho.

—Por un momento temí que me rechazarás, temí que recordarás porque todo terminaría —confesó Steve.

—Por un momento lo hice, cuando pensé que habías odiado todo lo que paso.

Steve no pudo evitar reír.

—Dios, Tony no, agradezco todo lo que paso, amo todo lo que paso —llevó sus labios a la mejilla de Tony.

—Me ha quedado claro.

—Eres mi esposo, Tony —declaró contento, levantándolo en sus brazos.

Tony envolvió sus piernas en la cintura de Steve, también rodeó su cuello para después plantar un beso en sus labios. Steve correspondió con devoción, queriendo demostrar que sentía lo que había dicho.

—Mío para amar y proteger —susurró Tony.

Steve volvió a besarlo en un impulso de emoción y felicidad. Jurando que haría justo eso de ahora en adelante, proteger y amar a Tony.

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Hey linduras

Esto fue muy dulce, ¿no les parece?, se fue por un camino completamente diferente, la verdad ya tenía esto escrito desde hace un tiempo (cuando apenas iniciaba en esto del fanfiction) pero no me decidia en si subirlo o no, porque me parecía demasiado sencillo rayando en lo nada complicado, jajaa, también muy tierno, eso no es malo, pero tomando en cuenta que queria que fuera una comedia o hard sin sentido... pues, mis intentos de esto siempre resultan en grandes cantidades de ternura o tonterías, todos terminamos empalagados o con cierta decepción. Algún día haré otra historia de una shipp en las Vegas donde verdaderamente abunde la comedia.

Gracias por leer.

Mío para amar y protegerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora