_Tú no te imaginas cuan feliz me hacías cada vez que tú decías que me amabas todavía. Aún después de tantas cosas vividas. Una guerra y más de mil vidas perdidas. Aún después de esos horrores ahí estabas cada día. Dándome tu compañía. En cuerpo y alma aún eras mía. No niego que estaba aterrado. Un bebé tuyo y mío había llegado. Cada día vi crecer tu cuerpo. Día a día nuestro hijo se dejaba ver. Tú no te imaginas lo aterrado que estaba. Tenía miedo de dañarlo y sé que tú compartías eso. Cuando lo tuve en brazos no cabía en mí de alegría. Ver tu rostro iluminado me hacía amarte aún más todavía. Me diste el mejor regalo que un hombre tendría. Un niño tuyo y mío. Un hijo al que amaría. Y cuando estaba aprendiendo a ser padre llegó otro pequeño niño. Otro pequeño tuyo y mío, otro niño igual de bello. Me juré ser un buen padre. Me juré que no les fallaría. Cada noche en nuestra cama me aferraba a tu compañía. Cada día rogaba por que todo lo nuestro fuera real. Por qué al despertar aún estuvieras conmigo. Con alivio agradecía de que así fuera todavía. Verte con los niños, criarlos y mimarlos mientras iba a las misiones empezaba a desgastarme. Quería más tiempo con ustedes. Quería a mis hijos conocerlos. Tú calmabas esos miedos. Y aún lo haces con esmero. Mi bella pelirroja, mujer de fuego y corazón de miel. El tiempo pasó y algo se repitió una vez más. Una nueva vida crecía sin parar. Una hermosa niña me pudiste regalar. Una niña pelirroja como su mamá. Mi hermosa Lily, mi princesa preciosa. Gracias por esas pequeñas vidas. Por darme estos tesoros. _Harry... _no Gin, en verdad estoy agradecido. Con la vida. Contigo, con los niños. Tú no te imaginas lo feliz que me haces. La alegría que me brindas con tu amor todos los días. Tú no te imaginas cuánto había soñado con tener una familia. Por que alguien me quisiera. Con que alguien recogiera todos mis pedazos rotos. Tú no te imaginas cuántos celos sentía de verte en brazos de otro. La sangre me hervía, el imaginarlo dolía. En todos esos días en los que te alejé, no dejé de pensarte, de añorarte y de quererte. Pasé tantas angustias, todas ellas en silencio. Evitando a mis amigos de todos mis pesares. Hermione sufría también aparte su tormento. Cuando los ataques iban en aumento. Sus padres sin memoria, un novio con el enemigo. Sin poder hacer nada para salvar a ninguno de ellos. Incluso Ron también sufría, él que siempre era indiferente. La angustia de no verlos, la desazón de no ser correspondido. Ellos no se imaginan que todo lo sabía. Con solo ver sus rostros, sus secretos fueron revelados. Yo no quería eso. No quería que ellos vieran la misma desesperación, el mismo tormento. Muchas veces tuve miedo de que te hicieran daño. Miedo de morir sin haberte visto al menos. Todos esos días las pesadillas me acechaban. En la mayoría de ellas a ti era a quien dañaban. Despertar desesperado era lo único que podía. Intentar no levantarlos, pretender que aún dormía. Incluso durante tus embarazos esa angustia volvía. De no saber si luego de eso los tendría. Tú no te imaginas cuan asustado estaba. Cada vez que oía tus gritos. Yo sentí que me rompía. Me culpaba a cada instante de provocarte tal dolor. Y todo eso desapareció cuando un llanto nuevo se escuchó. Habías traído vida. Una personita perfecta. Una parte tuya y mía. Alguien que de nosotros dependía. Los ojos de nuestros niños tan diferentes unos de otros, me miraron. Con la misma adoración con la que tú misma lo has hecho siempre.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
_yo también pasé por eso. En cada embarazo nuevo. Cada vez que sentía que había una nueva vida. Estos niños tuyos, todos mis tesoros. Son pruebas del amor que yo por tí profeso. Tú no te imaginas cuánto me asustaba, el no poder lograrlo. El dejarlos solos. Me prometí ser fuerte. Me prometí no angustiarte. Me convencí a mi misma que lograría hacerlo. Tú no te imaginas cuánto dolor hubo. Cuántas veces sentí que dejaría este mundo. Pensaba en tí, en esa pequeña vida. Mi fuerza se renovaba y una vida venía al mundo. En todos ellos ví tu rostro. Un rostro que tanto amo. Tu sello personal. El hombre que tanto adoro. James, Albus y Lily. Mis tres niños preciosos, mis tres pequeños Potter. No puedo imaginarme una vida sin ellos. Una vida sin tí. Sin un nosotros. Cada hijo tuyo que he tenido en brazos, que he sentido crecer en mí ha sido un gran milagro, una extensión de tí. El amor encarnado. _cada bebé que me has dado, cada sonrisa que te han sacado han calado en mi alma, me has extasiado. Tú no te imaginas cuánto me ha costado hacerme a la idea de que todo el horror ha acabado. Quiero a mis hijos seguros. Te quiero a tí protegida. Por tí daría mi vida. Hoy mañana y siempre ...